Google y China vuelven a estar en pie de guerra. Tanto es así, que hasta Hillary Clinton, secretaria de Estado de Estados Unidos, se ha visto obligada a pedir explicaciones al gobierno de Hu Jintao. Pero nos explicamos. Y es que hace unos meses, la compañía Google sufrió los ataques a cientos de usuarios de Gmail que podríamos etiquetar de VIP (teniendo en cuenta que se trataba de altos funcionarios norteamericanos y surcoreanos, activistas pro derechos humanos, militares y hasta periodistas) con la intención – siempre según Google – de espiar su bandeja de entrada. Al cabo de unos meses, Google ha hecho público que los cibercriminales tuvieron acceso a las cuentas de Gmail durante varios meses. El gobierno Obama ya ha reclamado una explicación. Y no es para menos.
Está claro que Google tenía registrado el ataque desde que ocurrió. No obstante, no ha sido hasta este mismo miércoles cuando la empresa ha decidido hacerlo oficial a través de su propio blog. Según explica la empresa, los cibercriminales en cuestión recabaron contraseñas de usuarios seleccionados, con la voluntad de conocer el contenido de sus mensajes de correo electrónico y conversaciones a través de la mensajería instantánea de Gmail. En este sentido, Google solo ha explicado que los ataques se originaron en China, pero no ha apuntado a nadie como presunto autor del ataque. Muy a pesar de eso, el gobierno chino se ha dado por aludido y ha recriminado a Google esta actitud.
Según el equipo de seguridad del gigante de las búsquedas, los cibercriminales han robado las contraseñas de acceso al correo a través de técnicas de phishing, engañando a los usuarios del correo electrónico con mensajes electrónicos y páginas falsas. De esta manera, los hackers reenviaban los e-mails para espiarlos desde otras cuentas de correo. Esto es lo que ha afirmado Eric Grosse, director técnico del departamento de seguridad de la multinacional. Hillary Clinton y el equipo del gobierno estadounidense también han puesto en duda el ataque, pero han indicado que pedirán explicaciones a China, para asegurarse de que esta acción delictiva no se ha producido desde el gobierno de este país.
