Está claro que AMD lleva unos años buscando un giro en el mercado, un cambio de tendencia que le permita situarse de nuevo en una posición de mayor fuerza para poder competir de tú a tú con Intel (ahora mismo son como David y Goliat). Por eso no debería sorprender que hayan decidido cambiar de líder en un intento por conseguir unos resultados más ilusionantes. Pero lo que sí que ha sorprendido es el momento en el que se ha producido este cambio.
Unos días después de que se hayan anunciado los procesadores AMD Fusion, que vienen a significar uno de los proyectos más ambiciosos en los que se ha embarcado la empresa en los últimos diez años. Sus razones tendrán. Para ponerle una tirita a la incertidumbre, los responsables de AMD han presentado los resultados preliminares del cuarto trimestre con una ligera subida respecto al trimestre anterior y muy cerca de los beneficios del cuarto trimestre de 2009.
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