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Internet, LinkedIn, Facebook, un blog, Google Docs y mucho talento. Es todo lo que han necesitado unos creadores para llevar a cabo un corto español de animación. Sin el apoyo de una gran distribuidora ni productora audiovisual, ellos mismos se pusieron en marcha para crear Blue & Malone, detectives imaginarios. Un corto que se estrenará a principios del 2011 en el cine.

Blue & Malone son dos detectives que pasarán a la historia de la animación en España. Por sus divertidas aventuras. Pero también por la forma en que han sido creados. Y es que la productora El Viaje Imposible ha dado con una fórmula revolucionaria que aprovecha todas las herramientas actuales de Internet para crear una mini pelí­cula que se acercará a la altura de las producciones de Hollywood.

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Pero, a diferencia de otros, este equipo español sólo ha tenido que echar mano de la imaginación para juntar un gran equipo de animadores. Noruega, Eslovenia, Polonia, Shangay, Brasil, India, Chile, Argentina y, por supuesto, España. De todos estos paí­ses han logrado reunir hasta 150 animadores y otros profesionales dispuestos a trabajar en este corto. Profesionales que eran convocados a través de la red social de trabajo LinkedIn, de su propio blog o incluso de Facebook. Todo vale para encontrar el talento sin fronteras.

El equipo trabaja coordinado desde un pequeño piso en Aranjuez (Madrid). Pero después, cada animador desde su paí­s, ya sea en casa o en el trabajo, dedica el tiempo deseado en el proyecto. Uno se encarga de modelar un personaje como el detective protagonista, otro le da el aspecto final con colores y texturas. Y entre todos van dando forma a una mini pelí­cula de 16 minutos que combinará imágenes reales con personajes de animación en 3D. Al estilo de la mí­tica «¿Quién mató a Roger Rabbit?».

Las hojas de cálculo o los documentos de texto colgados en Google Docs, la herramienta gratuita de Google, sirven para poner de acuerdo a todo el equipo. Para saber quién se encarga de cada fotograma, de cada pequeño detalle o si una tarea ya está hecha. En el equipo hay hasta un animador chino que ni siquiera sabe hablar en inglés. Abraham López Guerrero, director del corto, recuerda cómo en este caso ha tenido que grabarse a sí­ mismo con una videocámara interpretando al protagonista. «Era la única manera de que entendiera a la perfección todos los matices gestuales que querí­amos lograr en las escenas que le tocaban».

En total, Blue & Malone, detectives imaginarios ha supuesto una inversión cercana a los 100.000 euros. Cifra lejana a los grandes presupuestos millonarios de Hollywood. Y una parte del dinero se ha logrado por subvenciones del Ministerio de Cultura y la Comunidad de Madrid. Otra de las fórmulas revolucionarias del corto es que los animadores cobran una pequeña compensación económica, comparada con las horas dedicadas. Pero, a cambio, obtienen una parte proporcional de los beneficios que se obtendrán con su venta y distribución en salas de cine.

El resultado de todo ello lo veremos pronto en la gran pantalla. Aunque como aperitivo, nada como seguir las aventuras de estos detectives en forma de tira semanal desde el blog de Abraham López.

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