¿Qué debe tener un teclado para merecer los 80 euros que cuesta el Logitech Wireless Solar Keyboard K75? Desde luego no es un teclado común. Tiene un diseño muy esmerado con un grosor de apenas 7,5 mm, con esquinas redondeadas, y un contorno muy delgado. Utiliza un diseño especial de teclas, con forma de huella para que la pulsación sea más segura y firme, pero con bordes ligeramente redondeados que facilitan el paso de una tecla a otra. Pero esto no es suficiente, claro.
Lo más importante de este teclado K750 de Logitech es que se trata de un modelo cuyas baterías se recargan simplemente con la luz ambiente. Adiós a los enchufes, adiós a los transformadores. Adiós a las molestias. Tiene una autonomía de casi tres meses, pero no se le van a agotar las pilas porque dejándolo en el escritorio recibe luz más que suficiente para olvidarlo para los restos. Y además es inalámbrico. Se comunica con un diminuto receptor Unify USB, que se conecta al ordenador y se olvida, y que tiene capacidad para seis dispositivos.
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