Facebook, compartir datos en Facebook puede ser un arma de doble filo

El reciente estreno en Estados Unidos de La Red Social, pelí­cula de David Fincher acerca de la gestación de Facebook, ha puesto sobre el tapete el carácter del creador del exitoso portal, Mark Zuckerberg. Para unos, un tirano desleal; para otros, un abnegado mini-genio, entregado en cuerpo y alma a su multimillonario proyecto. Sea como fuere, la pelí­cula toca tangencialmente uno de los temas más espinosos de Facebook: la gestión de la privacidad.

Basado en el libro «Multimillonarios por accidente», el filme llega a exponer de forma superficial cómo la cesión de derechos sobre el material privado que ceden los usuarios al darse de alta en Facebook puede llegar a ser un capí­tulo de lo más problemático. En el artí­culo «Cuidado, caen puñaladas por Facebook» publicado en El Paí­s, se hace referencia a un episodio en el que Zuckerberg se jactaba de tener fotos y datos de más de 4.000 usuarios universitarios (Facebook nació como una red social centrada en este segmento), aludiendo al hecho de que los propietarios de los perfiles «confí­an en mí­, qué gilipollas». ¿Y qué uso se le da a todos esos datos y esa información, tan valiosa para determinados grupos y corporaciones?

http://www.youtube.com/watch?v=xzTgIdNW6lg

En el ví­deo que podemos ver aquí­ arriba, «La cara oculta de Facebook», se hace un análisis, en un tono conspiranoico, del destino que podrí­an recibir los datos que los usuarios comparten en la famosa red social. Desde el inicio de la relación que el usuario establece con Facebook, acepta que la empresa haga un uso libre y completo de toda la información e imágenes que volquemos sobre la base de datos de este servicio.

Como podemos imaginar, la inmensa mayorí­a de los usuarios ni siquiera llega a leer el contrato que Facebook obliga a aceptar para hacer uso de la red social, por lo que muchos propietarios de perfiles llegarí­an a sorprenderse con el uso que presuntamente harí­a Facebook de la información acumulada.

La cesión de información de usuarios a compañí­as dedicadas a la elaboración de perfiles de consumo serí­a una de las prácticas más habituales, e incluso conocidas, de las que se llegan a realizar con los datos recogidos en Facebook.

La utilidad de esto no serí­a otra que la elaboración de extensos informes que recogieran los hábitos, gustos, tendencias y preferecias de los usuarios de Facebook, con el objeto de desarrollar productos y servicios practicamente hechos a medida de determinados grupos; una práctica que acelerarí­a los estudios de mercado respecto a los métodos habituales.

Más disparatada serí­a la dimensión orwelliana de Facebook que sostiene el ví­deo «La cara oculta de Facebook» entre otra de sus tesis. Según ésta, la conocida red social serí­a algo así­ como una tela de araña en la que el usuario suscrito estarí­a siendo controlado por un vigilante invisible que, desde el propio reportaje, se identificarí­a indirectamente con la agencia de inteligencia estadounidense (la CIA). Aluden los autores del ví­deo a Gilman Louie como miembro de In-Q-Tel, una sociedad de inversión perteneciente a la CIA dedicada a apoyar a empresas de investigación tecnológica, de forma que los resultados de estudio de estas compañí­as puedan abastecer a la Agencia de los últimos avances.

La relación entre Louie, como presidente de la NVCA (otra sociedad de inversión que habrí­a financiado Facebook en algún momento) y miembro de una de las divisiones financieras de la CIA, se establece en el mencionado ví­deo como una relación fundamental para entender la naturaleza supuestamente vigilante de la red social.

El capital recibido por Facebook a través de NVCA habrí­a llegado gracias a uno de los tres «propietarios» de la red social, James Breyer (de quien por cierto en el ví­deo se muestra una imagen que ni siquiera se corresponde con el propio Breyer).

Parece que el estreno de la pelí­cula de Facebook, que llegará a nuestras pantallas el próximo 15 de octubre, va a traerle más de un quebradero de cabeza a los responsables del famoso portal social. En cualquier caso, ¿crees que Facebook es realmente una herramienta de control de los usuarios?