La coreana LG ya tiene a punto su televisor OLED de 31 pulgadas, y encima antes de lo previsto. Su pantalla de alta definición se compone de diodos orgánicos que mejoran el contraste, incrementan el ángulo de visión y reducen el grosor, al mismo tiempo que resultan más flexibles y limitan el consumo energético. Y para que quede claro que va a la última, incluso ofrece soporte para tecnología 3D.
Una vez ataviados con las pintorescas gafas especiales, nos permitirá contemplar imágenes tridimensionales con resolución Full HD de 1080 líneas. Pero a pesar de que veamos que los planos de las películas tienen profundidad o se salen de la pantalla, al fin y al cabo el grosor del televisor seguirá siendo el mismo: apenas 2,9 milímetros. Lástima que no vaya a ser muy asequible para el consumidor medio.
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puf que fina a saber lo que costará