Wikileaks, el conocido portal de filtración de documentos oficiales y empresariales que recientemente ha publicado decenas de miles de documentos secretos con información sobre las actividades de los militares norteamericanos durante la guerra de Afganistan, va a poder escapar por el momento al acoso de los gobiernos y los grupos de presión que buscan su cierre y conocer algunos momentos de tranquilidad.
Todo esto es posible gracias al acuerdo al que ha llegado el fundador de la web Julian Assange, con el Partido Pirata sueco. A partir de ahora, el partido va a albergar varios de los servidores del portal Wikileaks en su sede dentro del parlamento sueco en Estocolmo. La tranquilidad sólo puede ser momentánea, porque los del Partido Pirata deben obtener de nuevo representación en el parlamento en las elecciones que se va a celebrar el 19 de septiembre. Si no lo consiguen, los de Wikileaks, y The Pirate Bay, también asilados, acabarán a a los pies de los caballos.
Mientras llegan las elecciones, Wikileaks podrá ampararse bajo la inmunidad parlamentaria del Partido Pirata para albergar el sitio en las instalaciones del parlamento. La Constitución Sueca protege a los parlamentarios de manera que no pueden ser ni denunciados ni procesados por ningún hecho cometido durante el ejercicio de su actividad parlamentaria. Esto significa inmunidad absoluta para los piratas, Wikileaks, y cualquier otro asilado.
Wikileaks es una iniciativa del australiano Julian Assange, que permite la publicación de documentos secretos de gobiernos, instituciones públicas y empresas, amparando la privacidad de quien los filtra. Por eso se encuentra en el punto de mira de muchos gobiernos, pero también de grandes multinacionales. Assagne ha declarado recientemente que «las democracias occidentales no siempre son tan libres como se podría imaginar (…) por eso la libertad de prensa requiere una vigilancia constante».
