Tenía que llegar un día u otro. Hace seis meses que el astronauta T. J. Creamer envió el primer mensaje de Tweeter directamente desde la Estación Espacial Internacional, y en ese tiempo, como diría don Hilarión, las ciencias han adelantado que es una barbaridad. Cisco ha probado con éxito el primer router comercial que optimizará comunicaciones de voz, video y datos por satélite con zonas remotas. Y claro, la zona más remota que se les ha ocurrido no es el desierto del Gobi. Es la Estación Espacial Internacional.
El router IRIS (Internet Routing in Space) se diferencia de otras tecnologías en que puede transmitir cantidades enormes de información a múltiples receptores, en un simple escalón. Hasta ahora había que emitir a un solo receptor, con lo que el ancho de banda era muy escaso. A partir de ahora, los astronautas van a poder disponer de Internet de banda ancha. Una jugada oportuna la de Cisco, en un momento en que diversos empresarios de todo el mundo están ultimando sus proyectos para establecer los primeros hoteles espaciales en un plazo máximo de 10 años. Al parecer, la gente ya no quiere alojarse en un hotel donde no pueda conectarse a Internet.
Afortunadamente el éxito comercial de este router no va a depender del turismo espacial ni de las dos o tres unidades que al final instalen en la Estación Espacial Internacional. El paisaje natural de esta máquina son las zonas remotas donde se den situaciones excepcionales como los desastres naturales, terremotos, emergencias médicas, despliegues humanitarios, o intervenciones militares.
Una de las pruebas más extensivas ha sido a la llevada a cabo por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, que lo ha conectado con uno de los satélites de la constelación Intelsat, para establecer comunicaciones e intercambiar datos con usuarios reales en tierra y en el mar. Con las capacidades del router IRIS no sólo se intercambian datos. Además se establecen comunicaciones de video, servicios de chat y de voz sobre IP. También es adecuado para redes privadas virtuales. Los militares americanos también han utilizado la plataforma IRIS para apoyar las comunicaciones del grupo militar de ayuda en la isla de Haití, donde cualquier otro modo de comunicación es prácticamente imposible.
