monitor 3

Es cada vez más frecuente que los ordenadores se vendan sin monitor, para que el usuario elija el que más se ajusta a sus necesidades. Dado que la salud ocular depende del monitor que compremos, no es una adquisición que se pueda hacer a tontas y a locas. Hay que tener en cuenta diversos factores. El primero de ellos, es el tamaño. Los monitores más grandes nos permitirán mayores áreas de trabajo, y  aumentar el tamaño de las letras con una menor fatiga visual. Es conveniente comprar el monitor que más resolución da, porque a mayor resolución, más facilidad a la hora de trabajar con imágenes.

Otro punto a tener en cuenta es la tecnologí­a implicada. El tipo de iluminación, la velocidad de refresco del panel, si tiene o no altavoces incorporados, y si las conexiones traseras resultan suficientes para la tarjeta gráfica instalada en el ordenador de sobremesa. Todos los monitores traen de serie un pie, pero viene bien, sobre todo en los casos en que el escritorio es de reducidas dimensiones, que se puedan colgar en la pared.

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