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Puntual como un cronómetro suizo, el Gobierno Español ha aprobado el Real Decreto que regula la televisión digital terrestre de alta definición. Un decreto que ha quedado empañado únicamente porque en el mismo dí­a se ha aprobado la llamada ley del tijeretazo. Dentro de este Real Decreto destaca que por fin se ha fijado el marco común de emisión. El estándar de difusión elegido de ahora en adelante va a ser el H.264/MPEG-4.

Otro de los puntos interesantes del Real Decreto, aunque para muchos consumidores llega muy tarde, es que dentro de 6 meses, todos los televisores de más de 21 pulgadas deben llevar un receptor TDT de alta definición. Los equipos que no lo lleven, serán considerados de venta ilegal en nuestro paí­s, y los consumidores desde ese momento, tendrán derecho a reclamar sobre ellos. En estos momentos más de 95% de los televisores de más de 26 pulgadas a la venta incorporan un sintonizador de alta definición. Por desgracia, con las prisas y la chapuza del apagón analógico, prácticamente hasta el último dí­a del apagón se han estado vendiendo sintonizadores de sobremesa sin capacidad de sincronización de alta definición, y fuentes del sector estiman que el parque de televisores preparados para recibir la televisión de alta definición asciende únicamente a 3 millones. Así­, muchos españoles van a tener que hacerse con un aparato extra, previo paso por caja.

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Según el Real Decreto, las empresas a las que se les concedió algún canal en la TDT, únicamente tienen que comunicárselo a las autoridades como paso previo al inicio de emisiones en alta definición. Las entidades a las que se les asigna la explotación í­ntegra de un múltiple digital podrán emitir el número de programas autorizados en su licencia incluyendo alguno de alta definición. El problema se presenta cuando son varios operadores los que comparten múltiple.

Cualquiera de ellos podrá emitir en alta definición siempre llegue a un acuerdo con los demás explotadores del múltiple. Dado que el ancho de banda es fijo, si alguien emite con mayor calidad, les está restando capacidad de emisión a los demás. Los conflictos entre las partes quedarán bajo el arbitrio de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. Queda la puerta abierta a la utilización de otros estándares de difusión, siempre que sean al menos tan eficaces como el elegido.

Ví­a: Hiperdef

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