Desde los tímidos pitidos de los orígenes, hasta el sonido multicanal sin compresión de la actualidad, el sonido para ordenadores de sobremesa ha evolucionado muchísimo en los últimos 30 años, en buena parte espoleado por el mercado de los videojuegos. La primera tarjeta de la historia fue una Ad-Lib, que ni siquiera tenía sonidos reales. Solamente emitía música MIDI mediante síntesis de modulación de frecuencias, y los efectos eran igual de simples.
Por el camino han quedado creaciones tecnológicamente impecables como la Gravis Ultrasound, que le puso sonido a los primeros juegos en primera persona, las Roland, que servían de premio de consolación para quienes no podían pagarse un sintetizador de alto precio, las primeras Turtle Beach, que introducían en casa un estudio de grabación digital multipista, o la Sound Blaster AWE 32, la primera tarjeta de sonido verdaderamente moderna, y con la que se afianzó el reinado de que Creative en el sector.
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Interesante.. No me inportaria tener uno 😀