La Canon IXUS 300 HS nos deja un sabor agridulce. Por un lado, parece que tiene todo lo que debe representar una cámara de fotos compacta: una buena resolución (diez megapíxeles), una alta sensibilidad y buena velocidad de obturador, una buena partida de opciones preconfiguradas, varios modos de corrección que compensen la inexperiencia del fotógrafo e, incluso, grabación de vídeo en alta definición 720p con función de captura super lenta.
Pero, por otro lado, estas opciones no parecen justificar del todo un precio que, visto en otros fabricantes, ofrecería incluso la posibilidad de hacerse con una cámara micro cuatro tercios: 420 euros. Un coste muy alto para una cámara orientada a un usuario doméstico y no profesional que, a fin de cuentas, probablemente no le dé a la Canon IXUS 300 HS una aplicación práctica más allá del ámbito del entretenimiento.
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