No es un tablet; no es un lector de libros electrónicos; ni siquiera es un proyecto que vaya a realizarse: es Microsoft Courier. El comentado y misterioso prototipo que llevaba meses dando que hablar sin confirmación del fabricante ha sido reconocido por parte de Microsoft, aunque el anuncio de su existencia a penas ha resistido los segundos que lo separaban de otro bombazo: la cancelación del proyecto. Desde la compañía de Redmond creen que no es el momento de tirarse a la piscina de un mercado que aún no está fidelizado con unos dispositivos que, más allá del márketing y las expectativas, no ha penetrado en las rutinas de sus posibles usuarios.
Microsoft Courier lindaba entre los conceptos del tablet al estilo iPad, aunque incorporando el estilo de una libreta que se habría valido de una doble pantalla dual. Su aplicación práctica habría participado del sector de los ordenadores táctiles, así como en el ámbito educativo.
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Es demasiado grande, no es manejable para uso intensivo.