Los cibercriminales no tienen otra ocupación que inventar nuevas técnicas para engañar a los usuarios más incautos. Por eso el gigante Google ha realizado un estudio sobre 240.000.000 páginas web, de las que se han detectado 11.000 alojando falsos antivirus. Esto es, peticiones al usuario para instalar un antivirus que le protegerá de una infección determinada, pero que en realidad no son otra cosa que archivos fraudulentos de malware que ocupan el sistema de forma persistente.
Es así como el 15% de las infecciones por malware llegan a través de estos falsos antivirus, para robar datos bancarios y accesos a cuentas con la primerísima finalidad de limpiar económicamente a los infectados. Estos programas fraudulentos son difícilmente desinstalables y en muchas ocasiones, incluso llegan a bloquear las actualizaciones de Windows o imitan la interfaz del sistema operativo. El caso es pasar desapercibidas.
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