Es una prueba piloto como la que hizo Orange con sus 50 megas, pero en un futuro no muy lejano podría convertirse en una oferta comercial. La compañía Vodafone testeará en breve una oferta de ADSL en la ciudad de Barcelona, destinada a 4.000 clientes que probarán una conexión que funciona a la velocidad de 2,5 megas de subida. ¿Su voluntad? Ver si los clientes acaban por aceptar la oferta, así como comprobar si se adapta a la infraestructura por la que habitualmente accedemos a Internet. La misma que nos lleva de cabeza al ciberdespacio: el Internet de banda ancha, pero en España.
La prueba tiene lugar en un momento en el que el usuario tiene cada vez más la necesidad de subir contenidos a Internet. En la era del 2.0, los internautas suben vídeos a YouTube o cuelgan álbumes de fotos enteros a sus perfiles de Facebook. En este sentido, aparte de la prueba piloto, las operadoras de nuestro país están empezando a ponerse las pilas para dar velocidad a la subida. La misma Vodafone ha querido subir hasta un mega, dejando atrás los 640 Kbps que teóricamente se estaban ofreciendo hasta ahora a todos los clientes en general.
Telefónica pretende hacer lo mismo, aumentando la velocidad de subida a los clientes que tengan contratados los 6 o 10 megas, pasando de 640 kbps a 800 kbps de forma gratuita. Una diferencia que sin duda se hará poco evidente. La prueba piloto que pretende realizar Vodafone, sin embargo, permitirá a la compañía comprobar el estado de la red y la satisfacción o descontento de los usuarios barceloneses que decidan probar la oferta de los 2,5 megas. Todo se verá.