La reciente unión matrimonial entre Microsoft y Yahoo! parece que va un poco más lejos de lo pactado en materia de publicidad y buscadores. Hace unos días que se ha conocido la intención de las dos compañías y de Amazon (como tercera de a bordo), de unirse a la «Alianza por el Libro Abierto«, cuya voluntad es deshacer el acuerdo que Google y las principales editoriales americanas mantienen desde octubre, para que la compañía pueda mantener Google Books.
Google Books es el servicio que permite a los usuarios descargar libros para leer en sus ordenadores o lectores electrónicos. Gracias al acuerdo con Authors Guild y Association of American Publishers (AAP), principales asociaciones de autores y editores americanos, Google podría distribuir libros y convertirse en una especie de monopolio con la capacidad de comercializar gran parte de las obras publicadas.
Se trata de una situación que podría poner en peligro el negocio de otros competidores como Amazon, el gigante del comercio electrónico. Una empresa, que por cierto no ha dicho ni mu acerca de su condición de abajo firmante en la «Alianza por el Libro Abierto». Microsoft y Yahoo!, por su parte, ya han hecho pública su voluntad de rechazar el acuerdo entre Google y las asociaciones de editores, materializado en octubre de 2008.
El beneplácito entre ambos frentes llegó después de que Google aceptara pagar 125 millones de dólares a las editoras para recompensar las infracciones por derechos de autor cometidas hasta la fecha contra las citadas asociaciones de editores americanos.
Con el acuerdo, autores y editores recibirían el 63% de los beneficios por cada compra, mientras que Google solo se quedaría con el 37%. Gary Reback, uno de los responsables de la Alianza por el Libro Abierto, ha indicado que el acuerdo es una seria amenaza para los distribuidores de libros digitales. De momento, los términos acordados por Google y las editoras ya está siendo revisados por el Departamento de Justicia estadounidense. Ya lo decía Quevedo que poderoso caballero es Don Dinero.
Fotos de: Richard Masoner y Dawn Endico / Vía: El País