Esa es, al menos, la conclusión a la que llega un estudio publicado por la American Economic Association’s Journal of Economic Perspectives. El autor del estudio, un tal Benjamin Edelman, logró acceder a una lista de usuarios de pago de dominios porno en Estados Unidos a cambio de mantener el anonimato de usuarios y empresas en su estudio. Los datos de su investigación concluyen que Utah es el estado más proclive a descargar tetas y culos, con casi seis suscriptores por cada mil internautas (poco me parece). Le siguen otros estados conservadores como Alaska o Misissipi. California, un estado tradicionalmente liberal, apenas supera los dos suscriptores por cada mil internautas.
El autor del estudio también ha registrado un leve aumento del consumo de porno online en los estados donde no se permiten los matrimonios entre personas del mismo sexo y la homosexualidad no está precisamente bien vista. Atendiendo a los días de la semana, también se aprecia un descenso de las altas en webs guarrindongas durante los domingos. Edelman atribuye esta caida del pajillerismo dominical a la religiosidad de los estados conservadores.
Desgraciadamente, el estudio no analiza cuál es el porcentaje de usuarios que descargan porno por la patilla a través de las redes P2P. Quizá las conclusiones del informe serían muy distintas si incluyeran a todos esos liberales neohippies que, encima de descargarse porno, lo piratean. Si la RIAA los pillara”¦
Es una lástima que el estudio de Edelman sólo abarque Estados Unidos. Sería interesante poder ver a franceses, españoles, suecos o italianos compitiendo por ver quién se refocila más delante del ordenador. Podría incluso ponerse en marcha un reto, en plan maratón de descargas, similar al que ha puesto en marcha Nike con el tema de los kilómetros entre hombres y mujeres. Cuando leo estos estudios no puedo evitar pensar en aquella camiseta en la que aparecía un gráfico de tarta de color amarillo con la leyenda: “El 65% de los gráficos de tarta se parecen a Pac-Man”. Ese estudio si que da en el clavo.
Via: SF Gate / Fotos: Hansol / Daines
No sé por qué no me sorprende en absoluto… y como dices, ojalá tuvieramos datos de otras partes del mundo. ¿Se consume más porno en Madrid o en Ávila? Por decir algo…