Es el último besugo robótico. Se llama Sea Bream y, aunque parece un pez de verdad, es un autómata marino. Lo han desarrollado desde Japón unos científicos de la Universidad de Kitakyushu. En cuanto a sus características, el besugo es sumergible y pesa unos siete kilos.
Para dar mayor realismo al asunto, le han integrado un mecanismo de propulsión, que hace que cuando está sumergido, mueva la cola como cualquiera de los peces de arista y escata. No contentos con esto, también se han preocupado por la apariencia de su dermis, recubriendo su cuerpo con silicona y pintándolo a mano.
Aquí tenemos un vídeo del besugo haciéndose unos largos. Impresionante.
Foto de: Annyblue Vía: Dvice
Seguro que se les pierde en el mar y no piensan en el trauma que le crearán al pobre pescador que lo capture….se quedará petri!…..:)