En Bang & Olufsen se quieren tanto a sí mismos que acaban de inaugurar su propio museo. Si estás de paso por la ciudad de Struer, en Dinamarca, podrás visitar el edificio en el que ellos mismos rinden culto a sus equipos audiovisuales de diseño depurado y precios desproporcionados.
La muestra hace un recorrido por la historia de la compañía, que abarca desde sus comienzos en los años 20 hasta la presente fecha. De las más de 3.000 piezas que se exhiben al público destacan ciertos aparatos únicos como el Hiperbo 5RG, un híbrido de radio y tocadiscos. O el Eliminador, que pese a su nombre de villano de cómic no es más que un adaptador de corriente para las radios que funcionaban a pilas (y que fue el primer producto comercialmente viable de la firma).
Las instalaciones que albergan la colección también siguen el estilo minimalista y distinguido que impone Bang & Olufsen. El recinto, ideado por el estudio FN, es totalmente subterráneo, aunque rematado con un tejado piramidal de vidrio y metal. Sus más de 1.000 metros cuadrados de superficie se dividen en dos plantas, con un hueco entre la pared y el techo a través del cual penetra la luz natural.
Completan la exposición varios objetos con aires retro, como panfletos, películas y pósters de la época, así como múltiples espejos repartidos por todo el edificio. Todo ello presidido por el toque de elegancia refinada con el que la compañía infla indiscriminadamente los precios de sus aparatos. Si la veneración al posmodernismo no es lo tuyo, mejor ni te acerques a este museo.