Parece una pelota de badminton, pero Flee es en realidad una cámara de fotos arrojadiza. Ideada por el diseñador turco Hakan Bogazpinar, este concepto incluiría un sensor CCD, una pequeña lente, una batería, un dispositivo de almacenamiento para las fotos y un módulo Bluetooth para enviarlas instantáneamente y sin cables al móvil. Sólo habría que programarla con su mando a distancia para disparar el número de fotos deseado durante el número de segundos deseado y arrojarla en la dirección deseada.
¿Y para qué servirá? Según su creador, simplemente para divertirse. No sería un mal sistema para conseguir fotos desde ángulos completamente picados y otras posiciones difíciles. Un paparazzi seguro que le sacaría buen provecho. En cualquier caso, habría que tener bastante suerte para, en primer lugar, conseguir la foto que queramos. Y en segundo lugar, para que no saliese movida o borrosa.
Las aspas sirven tanto para aumentar un poco el vuelo como para proteger la cámara en la caída. A esto último también contribuye el compartimento de goma que cubriría toda la óptica. En cualquier caso, y nos volvemos a repetir, la suerte influiría mucho en los resultados. El alcance del Bluetooth es bastante limitado, y basta que la cámara se quede atrapada en algún lugar inaccesible para que las fotos se vayan al garete. Yo por si caso, le ataría una cuerda para poder recuperarla.
Via: Ubergizmo
De todas formas, como tires la cámara, rebote contra alguna superficie y vaya directo al agua, bye bye cámara.
Está curioso