La Water Calculator es la excusa perfecta para que los estudiantes puedan ir al baño durante un examen de matemáticas. Y es que funciona con agua. Ni con pilas ni con una de esas pequeñas placas solares que hoy en día llevan tantas calculadoras de bolsillo. Sólo hay que verter un poco del líquido elemento en el depósito que este cacharro lleva en su parte trasera, para conseguir una autonomía de un mes.
O al menos eso aseguran tanto en Bits and Pieces, donde la venden por 5 dólares (unos 3,5 euros), como en Computer Gear, que ofrece un modelo idéntico pero con carcasa transparente a 20 dólares (unos 13,5 euros). Los líquidos electrolíticos, como el agua, darían lugar a una corriente eléctrica al entrar en contacto con los ánodos y cátodos de zinc que la calculadora lleva en su interior. En cristiano: el agua vendría a ser la gasolina para el depósito de la calculadora.
Una alternativa para no tener que depender de las pilas o de que haya luz en nuestro ambiente de estudio o trabajo. Pero tiene un fallo incomprensible: ¿por qué diantres no podemos usarla de florero como con el reloj ecológico de thinkgeek?
Vía: Coolest-Gadgets / Gearfuse
echale un ojo…
Por favor, no hagan publicidad engañosa. El "combustible" no es el agua. El agua actúa de electrolito de una batería de cinc. Cuando se acaba la batería hay que tirar la calculadora. Las baterías de coche también usaban agua destilada, pero a nadie se le ocurriría decir que el coche funcionaba con agua.