A primera vista puede parecer una calculadora normal y corriente. Sin embargo, este artilugio inocente en apariencia es un invento digno de película de James Bond. En su interior hay una cámara oculta sin cables para cotillear lo que hacen los demás.
El mecanismo se acciona mediante control remoto. En ese momento la cámara se pondrá en funcionamiento automáticamente si el sensor de movimiento detecta alguna actividad frente a ella. Se detendrá 15 segundos después de que ésta haya cesado.
Las imágenes se almacenan en una tarjeta SD de 256 megas. Obviamente, se puede usar una de mayor capacidad para grabar durante más tiempo. El lector de tarjetas con conexión USB para ver los vídeos en tu ordenador está incluido.
Las imágenes tienen una resolución de 640 x 480 píxeles en la configuración de máxima calidad. Pueden ser en blanco y negro o color, pero siempre a una frecuencia de 10 fotogramas por segundo.
Por unos 529 dólares (376 euros) el jefe podrá espiar si los empleados están haciendo su trabajo (el trabajo del jefe queremos decir). Porque en el vestuario de las chicas no pasaría tan desapercibida. ¿O sí?
Vía: GeekAlerts y Coolest Gadgets
