¿Quién dijo que el tumbing era aburrido? Estos sofás y camas que os mostramos demuestran lo contrario. Podemos darnos un paseo por el parque, viajar del salón a la cocina a por cerveza o ver tranquilamente una película. Y, todo ello, sin levantarnos para nada. 100% tumbing.
El Street Sleeper tiene el aspecto de una clásica cama de madera. Pero si buscamos entre las sábanas encontramos una caja de cambios, con la que podemos poner en marcha un motor de 1.800 centímetros cúbicos.
La cama está construida sobre la base de un Volkswagen Variant. Gracias a esto, puede moverse a una velocidad de hasta 110 kilómetros por hora. Sus fabricantes, Cummfy Banana, lo alquilan por 1.500 libras al día (2.200 euros), pero sólo permiten un máximo de tres viajeros por cama, para evitar multas.
Los sofás de ArmChair Cruisers no son tan rápidos, pero se mueven perfectamente sobre césped y tierra (al menos eso dicen). Llevan unos mandos tipo joystick para controlar la dirección.
Podemos comprar un modelo de motor eléctrico por unos 3.000 euros, mientras que el de gasolina sube hasta los 6.000. Te fabrican uno personalizado en seis semanas, al que puedes incluir extras como un equipo de música estéreo o un poco más de potencia de motor.
Pero si prefieres la tranquilidad a la velocidad, puedes probar con el RUF-Cinema. Esta cama lleva una pantalla incorporada, que se despliega y se esconde debajo del colchón usando un mando a distancia.
Además tiene un estante para colocar altavoces, vídeo, reproductor de DVD o cualquier otro objeto. Cómo no, podemos ajustar la inclinación de los respaldos para mayor comodidad. No aparece información del precio en la web, pero sí hemos encontrado los datos de contacto del distribuidor: Dexterton, por si alguien está interesado en este cómodo invento.
Si Homer Simpson es capaz de dejar su silueta marcada en un sofá convencional, no queremos ni imaginarnos qué haría con uno de estos aparatejos.
