El secador del siglo XXI

No sabemos si este secador será la octava maravilla del mundo o sólo un producto más de marketing. Lo que sí­ aplaudimos es que por fin alguien busque una solución a esos ruidosos e inútiles secadores de mano.

Entras en un aseo público. Terminas tus asuntos privados y púdicos. Te lavas las manos (bien hecho). Y empieza la pelea por intentar secártelas.

Opción 1. Buscas alguna especie de toalla, papel en tiras de mejor o peor calidad o ese horroroso sistema de tela enrollada que da vueltas sobre sí­ misma.

Opción 2. Te enfrentas a una máquina secadora que se enciende con un estrepitoso ruido. Intentas que en los pocos segundos que dura su mecanismo se llegue a secar alguna miserable gota. Intento tras intento, acabas por pasar antes o después a la Opción 3.

Opción 3. El pantalón, tu camiseta o cualquier objeto a mano susceptible de ser tocado se convierte en toalla-secador improvisado.

La firma Dyson, creadora de las primeras aspiradoras sin bolsa, presenta ahora una nueva alternativa de secador de manos. Afirman que su sistema seca las manos en 10 segundos. Y gasta hasta un 83 por ciento menos de electricidad que los secadores convencionales.

Ya ha pasado las pruebas en varios hospitales, restaurantes y gasolineras de Londres. Ahora llega su lanzamiento comercial en el Reino Unido. Cualquier establecimiento público puede hacerse con una de estas máquinas, previo pago de 549 libras (más de 800 euros). Aunque Dyson también ofrecerá la opción de alquiler.

Sus creadores, que han dedicado los dos últimos años en investigación y desarrollo, afirman que el sistema es más higiénico. Lo dicho. No sabemos si será mejor para la salud. Pero si consiguen secar las manos de verdad y en tan poco tiempo, bienvenida sea la tecnologí­a. Hasta en el cuarto de baño.