Samsung Gear Fit

La fabricante surcoreana Samsung también entra de lleno en el mundo de las pulseras inteligentes. Productos conocidos como wearables o que se visten, y que permiten llevar un completo registro de la actividad fí­sica del usuario. En este caso se trata de la Samsung Gear Fit, una pulsera inteligente con una pantalla super Amoled curvada que no sólo se encarga de registrar el consumo calórico del usuario, sino que actúa como un completo añadido para el terminal, recibiendo toda clase de notificaciones, alertas y otras cuestiones útiles para no tener que sacar el móvil del bolsillo.

La fabricante surcoreana Samsung también entra de lleno en el mundo de las pulseras inteligentes. Productos conocidos como wearables o que se visten, y que permiten llevar un completo registro de la actividad fí­sica del usuario. En este caso se trata de la Samsung Gear Fit, una pulsera inteligente con una pantalla super Amoled curvada que no sólo se encarga de registrar el consumo calórico del usuario, sino que actúa como un completo añadido para el terminal, recibiendo toda clase de notificaciones, alertas y otras cuestiones útiles para no tener que sacar el móvil del bolsillo. Lo analizamos al detalle a continuación.

Diseño y pantalla

Sin duda es uno de los puntos fuertes de esta pulsera inteligente. Y es que es la primera en el mundo que presenta un panel Super Amoled curvado. Mientras que otras alternativas optan por paneles capacitivos, en la Samsung Gear Fit los colores marcan la diferencia. A través de una pantalla de 1,84 pulgadas en un formato alargado para acomodarse a la muñeca del usuario, muestra toda clase de detalles como la hora, notificaciones, avisos de llamadas o mensajes entrantes, y más. Todo ello con los colores vivos y el negro intenso que ofrece esta tecnologí­a Super Amoled, haciendo que sea especialmente útil a plena luz del dí­a para ver los contenidos con más detalle y sin importar los reflejos.

Esta pequeña pantalla alargada consigue mostrar imágenes a una resolución total de 432 x 128 pí­xeles, logrando imágenes de notable calidad para una pulsera de este tamaño. Más que suficiente para un dispositivo que, al menos en origen, se centra en medir la actividad fí­sica del usuario, actuando como un entrenador personal o como un diario de ejercicio.

Todo ello en cuerpo o carcasa de plástico completamente flexible y con un diseño de lo más deportivo, apostando por lo sencillo. Una correa lisa por fuera y ondulada por centro con el fin de ofrecer buena sujeción y con un curioso broche que consta de una placa metálica con el logotipo de Samsung para encajar y ajustar a la amplitud que el usuario desee. Además cuenta con un único botón en uno de los laterales para gestionar sus opciones. El punto positivo es que esta sencillez no implica un único diseño. Samsung ha pensado en la personalización, o al menos en ofrecer diferentes configuraciones de color para llevar siempre la Samsung Gear Fit a juego con el humor o la ropa. Es por ello que su núcleo, la parte de la pantalla, se puede separar de la correa inicial e intercambiarla por otros modelos. Por el momento Samsung sólo ofrece tres colores de correa, contando con el mismo diseño: negra, naranja y gris moca.

Además, hay que decir que cumple el estándar IP67, por lo que se trata de un dispositivo resistente al polvo y al agua. Siempre que no se sumerja durante más de 30 minutos y a más de un metro de profundidad. Más que suficiente para meterse en la ducha con ella.

Funciones y caracterí­sticas

La razón principal de ser de la Samsung Gear Fit es la vida sana y el entrenamiento fí­sico. Es por ello que cuenta con varias funciones centradas en el reconocimiento y registro de la actividad del usuario gracias a sus sensores. Aunque disponer de una pantalla Super Amoled ofrece otras cuestiones interesantes.

De esta forma cuenta con la función Podómetro para medir los pasos diarios del usuario, o registrar un entrenamiento en el modo Ejercicio. También permite conocer el pulso actual del usuario con Ritmo cardí­aco, registrar la actividad del sueño con Sleep o funcionar como un reloj con cronómetro y temporizador.

Pero más allá de la actividad fí­sica, si se usa conectado a un dispositivo Samsung Galaxy, esta pulsera y su curvada pantalla es capaz de mostrar notificaciones de llamadas, mensajes, correos electrónicos y aplicaciones. Además también permite consultar el calendario o controlar la reproducción de contenido multimedia como la música que se escucha a través del móvil.

Conectividad y sensores

La clave de las pulseras inteligentes es su conectividad. Sin embargo en el caso de la Samsung Gear Fit es completamente autosuficiente gracias a su pantalla Super Amoled, que muestra los resultados del entrenamiento. De esta forma es posible utilizarla de forma individual o conectada a uno de los terminales Samsung Galaxy con la que es compatible. Para ello utiliza la tecnologí­a inalámbrica Bluetooth V4.0 LE. De esta forma es posible intercambiar todo tipo de información entre ambos dispositivos sin realizar un gran consumo de baterí­a. Todo un punto a favor ya que al disponer de una pantalla a color, no cuenta con la misma autonomí­a que el resto de pulseras del mercado.

A parte de la tecnologí­a Bluetooth, la Samsung Gear Fit está cargada de sensores para registrar la actividad del usuario. De tal modo presenta un acelerómetro para conocer la posición de la pulsera y medir su movimiento en todo momento. Algo que sumado a los datos recogidos por el giroscopio permite tener una visión total de los movimientos de muñeca del usuario. Muy útil para saber sí­ está corriendo o paseando, y el tipo de actividad que está realizando. Siempre centrado en un ámbito saludable y deportivo, al menos en su inicio. Es por ello que también cuenta con un sensor de ritmo cardiaco. Todos estos datos sumados permiten conocer el consumo calórico del entrenamiento, su intensidad y otros muchos detalles útiles para crear un completo registro y ayudar al usuario a mejorar y adoptar hábitos de vida saludables.

Autonomí­a y disponibilidad

Hay que poner especialmente atención a la autonomí­a de esta pulsera inteligente. Y es que disponer de una pantalla Super Amoled implica un gasto mayor que la activación de los sensores para registrar la actividad del usuario. Es por ello que su vida útil antes de una carga, la cual se lleva a cabo por inducción, es de tan sólo tres o cuatro dí­as de uso intensivo, llegando hasta los cinco con un uso más comedido, según las pruebas de Samsung. Y es que esta pulsera inteligente posee una baterí­a estándar de 210 mAh. Algo que hará que el usuario deba estar atento a la carga para evitar perder información de entrenamientos o llevar una pulsera apagada en la muñeca.

En cuanto a su disponibilidad, la Samsung Gear Fit saldrá al mercado de forma global a partir del próximo mes de abril, por el momento sin un precio confirmado.

Conclusiones

Una pulsera inteligente con pantalla a color resulta toda una innovación en el ámbito de los dispositivos que se visten para el ejercicio fí­sico. Y es que dota a este gadget de un nivel intermedio entre la primera versión del Samsung Galaxy Gear y lo que es meramente una pulsera para medir los paso del usuario. Todo un punto a favor para el usuario que quiera disponer de un sistema de entrenamiento en la muñeca y que recoja otras posibilidades y funciones del terminal que lleva en el bolsillo. Sobre todo si en el futuro surgen nuevas aplicaciones para sacar aún más partido a sus caracterí­sticas.

Ficha técnica