El Acer Aspire 1551 tiene una pantalla de 11,6 pulgadas, más propia de un netbook, pero dentro alberga la capacidad de proceso de última generación de AMD, esto es, un procesador de doble núcleo AMD Turion II Neo a 1,5Ghz, chipset AMD M880G y tarjeta gráfica ATI Radeon HD 4225 con 384MB de memoria RAM. Como es lógico, no hay que esperar milagros de una pantalla de tamaño tan reducido, que se queda en una resolución de 1366í—768 píxeles.
En cualquier caso, la tarjeta gráfica tiene capacidad para más. Puede trabajar con definiciones de hasta 2048 x 1536 píxeles a 60 Hz, aunque a través del puerto HDMI sólo pueda ofrecernos FullHD. El equipo se comporta con bastante nobleza a la hora de reproducir contenidos cinematográficos. De hecho, la gráfica es compatible con algunos codecs de video como UVD2, OpenGL 2.0, la tecnología OpenEXR High Dynamic-Range (HDR), Shader Model 4.1, Microsoft DirectX 10.1, y decodificación MPEG-2/DVD, WMV9 (VC-1) y H.264 (AVC).
Este equipo tiene unas medidas de 285 x 204 x 25,7 mm, y a duras penas llegar al kilo y cuatrocientos gramos con el paquete de baterías normal que dura 6,5 horas. La estética es variada. Va a ser posible encontrarlo en negro, rojo, aluminio y marrón. En todos los casos habrá un acabado de malla que da una mayor resistencia. La conectividad del aparato es bastante completa: Wi-Fi 802.11 b/g/n, bluetooth 2.1 con EDR y ranura para tarjetas SIM 3G opcional.
El equipo estará disponible con discos duros de 160, 250, 320, 500 y 640 GB de capacidad. Además, llevará un lector tarjetas compatible con tarjetas de memoria MMC, SD, Memory Stick y xD. De serie, la memoria RAM es de 2GB DDR3 ampliables hasta 4. Como es habitual en términos informáticos, las ampliaciones suelen costar caras. Dependiendo de la configuración, del disco y de la memoria instalada, este equipo tiene un precio de entre 500 y 600 euros.