La compra de cualquier producto electrónico, va ligada a una serie de derechos que los fabricantes están obligados a proporcionarnos por la venta del producto. En este caso te hablamos de los principales derechos que obtienes al comprar un teléfono móvil. Trataremos todos los aspectos más importantes relacionados con la garantía, y muchos otros problemas más habituales que se presenten estos dispositivos.
La regulación de los derechos que obtenemos al adquirir un producto electrónico, depende de la legislación de cada país. En este caso nos centramos en el mercado de la Unión Europea, y más concretamente en el caso de España. Si vives en América Latina, debes consultar la legislación específica de tu país, para ver si se aplican las mismas condiciones que te explicamos en este artículo.
En el caso de Europa existe un marco regulatorio de garantías común para todos los países, por lo que, si eres español, pero estás viviendo en otro país que forma parte de la Unión Europea, también te servirán todos los puntos que vamos a explicar a continuación.
Cuánto dura la garantía de mi nuevo móvil y que problemas cubre
Todos los productos electrónicos vendidos dentro de la Unión Europea, deben ofrecer a su comprador un mínimo de 2 años de garantía. Pero lo que muchos usuarios no saben, es que, en el caso de tratarse de productos de segunda mano, el vendedor también está obligado a ofrecer una garantía, en este caso se exige un mínimo de un año.
Sin embargo, debes saber que existe una cláusula de letra pequeña, que indica que se aplica únicamente a los productos comprados dentro de la Unión Europea y a una compañía con CIF europeo. Esto crea un vacío legal, que es el que aprovechan muchas tiendas chinas, para no ofrecer ningún tipo de garantía a los productos que venden en España.
Otro aspecto importante señalar, es que esta ley establece el periodo mínimo de garantía exigible a los fabricantes. El fabricante es totalmente libre para ofrecer un periodo de garantía que supere lo mínimo exigible. Es por ello que algunos fabricantes de productos electrónicos y tecnológicos en general, ofrecen garantías que llegan a los 5, e incluso a los 10 años en algunos casos.
Esta garantía de 2 años te da derecho a la reparación gratuita del dispositivo, o el reemplazo en caso de no ser posible, siempre que el problema se deba a un defecto de fábrica. Esto significa que la garantía no cubre cualquier problema que haya aparecido por otra causa, por ejemplo, un golpe.
Existe un último anexo importante en cuanto a la garantía. Si el fabricante te proporciona un dispositivo nuevo durante el periodo de garantía, volverás a disfrutar de una garantía de 2 años. Por tanto, no se descuentan los meses que has estado utilizando el dispositivo anterior.
¿Puedo devolver mi nuevo móvil si no me gusta?
A la garantía mínima exigible de 2 años, se suma el hecho de que todos los vendedores de dispositivos electrónicos, incluidos por supuesto los teléfonos móviles, están obligados a ofrecer a los compradores un periodo de devolución mínimo de 15 días. Esto significa que podrás devolver cualquier producto electrónico comprado de forma online, durante los 15 días posteriores a su recepción.
El producto debe estar en perfectas condiciones si quieres devolverlo, aunque no es necesario que esté precintado. Esto significa que tienes derecho a devolver tu móvil después de haberlo usado durante una semana, siempre que no lo hayas dañado.
En este caso los vendedores también pueden extender este periodo de devoluciones mínimo exigible. Un ejemplo es Amazon, que ofrece 30 días de periodo de devolución en los productos comprados.
Mi móvil es sumergible, pero se ha dañado por el agua ¿Qué pasa entonces?
Ya hemos mencionado antes que la garantía te los teléfonos móviles, solo cubre los problemas que vienen de fábrica con el dispositivo. Esto plantea una duda muy habitual en el caso de los teléfonos que se venden como sumergibles y resistentes al agua.
Si has comprado un nuevo móvil sumergible y con certificación IP68, pero se ha dañado al introducirlo en el agua, o por una salpicadura, debes saber que el fabricante no está obligado a repararlo de forma gratuita.
La explicación de esto es muy sencilla, y es que es imposible demostrar si el móvil ha sido sumergido en un rango de profundidad, que se encuentra dentro de lo que permite la certificación, o se ha expedido este límite.
Dicho de otra forma, la garantía del móvil no cubre los daños por agua, incluso en el caso de que sea un móvil resistente al agua.
¿Qué pasa si he instalado una ROM personalizada?
Existe una práctica muy habitual con los smartphone Android, que consiste en instalar una ROM personalizada en el dispositivo, para mejorar sus características y/o su rendimiento.
Debes saber que la instalación de una ROM personalizada, anula totalmente la garantía de tu teléfono. Por tanto, si has cambiado la ROM que tu teléfono móvil, y aparece algún tipo de problema dentro de los dos años posteriores a su compra, el fabricante no estará obligado a repararlo de forma gratuita.
En estos casos, puedes intentar engañar el fabricante, volviendo dejar el teléfono tal y como venía de fábrica, es decir volviendo a instalar su ROM oficial. Pero no basta con cambiar solo la ROM, ya que también tendrás que volver a bloquear el bootloader si lo habías desbloqueado para instalar la ROM personalizada, además de volver a instalar el recovery oficial que venía con tu móvil.
Si he roto mi móvil por manipularlo ¿Puedo engañar al fabricante?
Esto es una pregunta muy habitual entre los usuarios ¿Cómo pueden saber los técnicos de una compañía si el móvil se ha roto solo, o lo ha roto el usuario por manipularlo?
Si has roto tu teléfono móvil por manipularlo, puedes intentar engañar al fabricante haciéndole creer que el dispositivo ha dejado de funcionar por un problema de fábrica. Sin embargo, ten en cuenta que todos los fabricantes disponen de un equipo técnico altamente formado, que se encarga de examinar el dispositivo minuciosamente después de que lo hayas enviado.
Es posible que consigues engañar a estos técnicos, pero lo más probable es que descubran el origen del problema, y debas pagar el precio de la reparación.
