Aquí un casi cuarentón que no ha sido (ni creo que vaya a ser) padre. Tras esta anomalía, confieso que en cualquier caso entiendo perfectamente que, una vez que se entra en esa dimensión, el universo pasa a convertirse en Cosmobebé, un espacio en el que, de repente, todo gira alrededor de los recién llegados. Así, no sorprende que los fabricantes de tecnología, conscientes de esa situación, y de los intereses de los nuevos progenitores, incorporen a sus catálogos nuevos productos especialmente diseñados para ellos. Tal es el caso de D-Link vigilabebes, un sistema de videovigilancia para tener a los niños controlados desde la tablet. Concretamente se trata de una cámara IP de alta resolución, con modo de visión nocturna, altavoz y micrófono integrados, y sensores de movimiento, sonido y temperatura. Funciones, todas ellas, accesibles desde la app diseñada tanto para iOS como para Android.
Su funcionamiento es similar al de una cámara IP (es decir, una cámara que no necesita estar conectada a un ordenador para funcionar), pero a diferencia de otros dispositivos de este tipo, que salvo ajustes de configuración en el router de por medio no son accesibles desde fuera de la red local a la que están conectadas, este sistema sí que permite la conexión en remoto, con tal de que el dispositivo con la app esté conectado a Internet, lo que resultará especialmente valioso para los padres que cuando salen, pese a dejar a sus pequeños en buenas manos, no terminan de sentirse del todo cómodos si no pueden revisar, cada cinco minutos, que sus retoños se encuentran bien. Aquí, tengo que reconocer que como no-padre practicante, sí que me parece un poco excesivo, pero reconozco que hablo desde el desconocimiento, y que si me ofrecieran algo así para mis gatos quizá sí que me parecería interesante.
Cuenta con una resolución HD 720p que, mediante los controles táctiles de la app, permite un zoom 4x. Además, cuenta con leds infrarrojos para el modo de visión nocturna, con el que es posible controlar que ocurre en el dormitorio durante las horas de sueño, sin tener que encender alguna luz que perturbe el descanso de los más pequeña. El micrófono incorporado en la misma, permite escuchar remotamente, al tiempo que ejerce como sensor, que puede activar determinadas funciones si se produce algún sonido. Tanto el de sonido, como los sensores de temperatura y movimiento (cuyos rangos se pueden ajustar para cada caso) se pueden configurar para que, en caso de producirse alguna alteración, los padres sean informados inmediatamente a través de la app, con notificaciones tanto visuales como acústicas. La cámara cuenta también con una ranura MicroSD, lo que hace posible grabar vídeos y tomar fotos, que se almacenen directamente en la cámara, o en el dispositivo con el que ésta se gestiona a través de la app. Y, por si te estás preguntando por la razón por la que también cuenta con un altavoz, es porque también cuenta con una función con la que es posible activar, de manera remota, la reproducción de hasta cinco nanas, con control de tiempo y volumen.
Me es muy útil porque al funcionar sin necesidad de internet la puedo llevar incluso si salgo de viaje. Los fines de semana los solemos pasar fuera en otra casa que tenemos en el campo, donde no tengo conexión, pero igualmente puedo llevarme la cámara y vigilar a mis hijos, y funciona magníficamente, igual que dentro de mi vivienda habitual.