Mailvelope

Si eres de los que está con la mosca detrás de la oreja por miedo a que el Gobierno de EE.UU. espí­e tus mensajes, siempre puedes probar a cifrarlos. La encriptación se puede usar incluso en servicios de correo electrónico gratuito como Gmail. Gracias a una extensión y un programa llamado Mailvelope. Te explicamos cómo utilizarlo para Gmail y las ventajas del servicio.

El cifrado es una tecnologí­a que permite encriptar o convertir en una cadena de extraños caracteres la información que viaja por Internet. Esta cadena, si no se tienen las claves para interpretarlas o traducirlas, no significan nada. Pero algunos programas ayudan a crear esas claves y facilitarlas tanto a la persona que enví­a el mensaje como al receptor del mismo. Unos de estos programas es Mailvelope. Está en versión beta, por lo que puede que en ocasiones no funcione totalmente bien.

Mailvelope es un programa basado en OpenPGP, una biblioteca de código abierto para JavaSript que utiliza una combinación de cifrado de clave pública y simétrica. En otras palabras, es muy seguro.  Ya de por sí­, PGP, en el que se basa, es un software que da un paso más en el método tradicional de cifrado y descifrado, en el que un mensaje se encripta, y tanto el emisor como el receptor comparten una clave (procurando que sea por métodos seguros), que permita el desencriptado. Es lo que se conoce como sistema simétrico. El sistema público, que incluye Mailvelope, tiene además una clave privada. La clave pública está disponible para que cualquiera pueda cifrar los correos que quiera enviarte, y la parte privada sólo la conoces tú, que es con la que lo descifras.

Para empezar a usar Mailvelope, hay que dirigirse a su página web (www.mailvelope.com) y elegir, de las opciones que aparecen abajo, el navegador en el que quieres instalarlo, Firefox o Chrome. Podrás usarlo para tus cuentas de correo de Gmail, Yahoo, Outlook y GMX.

Una vez marcada la opción que se prefiera, aparecerán los habituales mensajes de confirmación antes de proceder a la instalación, que habrá que aceptar.

Cómo enviar y recibir mensajes cifrados a través de Gmail 1

Una vez completado el proceso, se podrá comprobar que la extensión está instalada por el icono del candado y la llave que aparecerá entonces junto a la barra del navegador.

Options

Desde «Options» el programa abre su menú principal. Para generar las claves pública y privada hay que entrar en «Generate key» y completar los datos que se piden. Entre otras cosas, el email, un nombre y una contraseña que habrá que confirmar. En «Advanced» se eligen el algoritmo de cifrado y las caracterí­sticas de la clave. Es conveniente dejar RSA 4096.

Generate Key

Tras completar el proceso, en la entrada «Display Keys» están ya disponibles las claves, tanto la pública como la privada. Desde «Export» y, luego, «Display public key» se puede obtener la clave pública. El programa permite crear un archivo de texto plano para enviárselo a cualquiera o hacerlo público a través de tu blog o muro de Facebook, si te apetece. De esa manera, quien quiera enviar algo confidencial, sólo tendrá que usar esa clave pública para hacerle llegar un mensaje cifrado, siempre y cuando tenga Mailvelope instalado en su navegador. Entonces sólo tendrá que abrir «Import Key», pegar la clave en el recuadro que aparece y presionar «Submit». El receptor podrá abrirlo con su clave privada.

Import key

Sin embargo, si lo que se quiere es enviar un mensaje cifrado, desde, por ejemplo, Gmail, se redacta el correo de forma normal y, si todo está debidamente configurado, a la derecha del mensaje se mostrará un candado. Cuando se ha terminado de redactar, sólo hay que pulsar ese candado para que aparezca una ventana, en la que es necesario rellenar con datos que pide: la dirección de correo del destinatario. Hecho esto, el mensaje ya está cifrado.

El receptor de ese mensaje sólo verá una sopa de letras y números. Para ver el mensaje descifrado tendrá que pinchar en el candado e introducir la contraseña privada para poder verlo. En proceso es muy fácil. Siempre que se quiera enviar a alguien, hay que usar su clave pública y, para abrir lo que nos enví­an, nuestra clave privada. Así­, se mantiene la información sensible fuera del alcance de los fisgones.

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