La inversión publicitaria en Internet continúa su crecimiento en este 2010 frente a otros medios convencionales, como radio o diarios. Si en 2009 fue el único que registró una evolución positiva, durante los nueve primeros meses del presente año ha experimentado un incremento de 12,8% respecto al mismo período del ejercicio anterior. Un porcentaje que le sitúa por delante de la televisión y en segundo puesto general por detrás del cine, que posee mejor balance pero a partir de un volumen de negocio muy inferior.
Según el estudio elaborado por la consultora InfoAdex, Internet ha recibido entre enero y septiembre 195,5 millones de euros procedentes de la publicidad, frente a los 173,3 millones de 2009 durante esos mismos meses. La inclinación hacia los soportes digitales se hace más patente al compararla con la prensa tradicional. Aunque los ingresos en periódicos impresos obtienen mayores beneficios, la gráfica indica que han sufrido una caída del 4,8%. En revistas, el descenso ha sido del 2,5%. En ambos casos arrastran la tendencia negativa también desde el anterior informe.
El cine ha sido en efecto el medio con mayor crecimiento por publicidad en lo que llevamos de año. El actual 49,4% supone una drástica recuperación en relación al descenso del 40% en los meses anteriores, que además le sirve para situarse en cabeza en este baremo. No obstante, con sus 14 millones de euros obtenidos, es también el que menores beneficios percibe a través de esta fuente, muy lejos de lo que hoy en día genera la Red.
Aun así, aunque Internet continúa tomando posiciones en este apartado, la televisión es la que todavía reina con diferencia. Si bien su crecimiento del 7,1% está por detrás, la financiación publicitaria supera con creces a la del resto. En total ha recaudado 1.763 millones de euros, la inmensa mayoría correspondientes a canles nacionales y autonómicos, aunque también se han tenido en cuenta los servicios de pago y la TDT generalista. La suma supone casi la mitad de la tarta en el reparto de inversiones por publicidad, aunque atendiendo a su desarrollo casos como el del Reino Unido pronto podrían dejar de considerarse excepciones.
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