No se puede ser tan moderno. Es lo que habrá pensado la organización de la Feria del Libro de Madrid que tendrá lugar a partir del 29 de mayo en la capital española. Según el reglamento de la Feria, queda terminantemente prohibida la participación de editores y empresarios que se dediquen a la comercialización de cualquier producto relacionado con el libro electrónico: lectores como el Kindle o el Papyre 6.1 e incluso títulos en formato digital.
A pesar de la creciente importancia del libro electrónico en el mundo editorial, los libreros feriantes de Madrid han incluido en el artículo 6 del reglamento sobre Sujetos Excluidos: «IV. Los libreros, editores, distribuidores y servicios de publicaciones de organismos oficiales e instituciones públicas que se dediquen principalmente a la venta, edición y distribución, respectivamente, de libros electrónicos o de libros que se publiquen por Internet o mediante cualquier otro soporte distinto de la tradicional edición impresa«. Y tan a gusto se quedaron.
Al parecer, lo que quiere la organización de este evento es exponer el producto tradicional y dejarse de modernidades superfluas. Como opinión el gesto es totalmente legítimo, pero no hay que olvidar (para su propio beneficio) que la industria del libro está empezando a dar un giro al que conviene prestar atención. Quizás sería eficaz enmarcarlo en aquél dicho de renovarse o morir. Sobre todo si quieren sobrevivir y adaptarse a los nuevos tiempos.
La actitud contrasta seriamente con la de los organizadores de la Feria del Libro de Sevilla, celebrada esta semana pasada en la capital andaluza. El evento ha contado con expositores del sector del libro electrónico y ha dedicado mesas redondas para entrecruzar la opinión de los profesionales. Al hilo de estas actividades, Javier López (editor de la Feria del Libro de Sevilla) ha opinado que el libro electrónico «es una grandísima oportunidad y tal vez la tabla de salvación del sector«.
Vía: Meneame.net
"…punto 6 del reglamento sobre Sujetos Excluidos:…"
Corrección. Artículo 6, punto IV.
Muy buen artículo, parece la lucha de lo tradicional contra las nuevas tecnologías, donde se aprecia una gran falta de adaptabilidad. A segur asi.
A estos les pasara como a los productores de musica y luego vendran todos juntos a quejarse de internet….
en fín…esperemos que algún día se quiten el polvo de encima…que esto huelo mucho a rancio…
Cerrando los ojos no se van a enfrentar a la necesaria renovación que les imponen los nuevos tiempos, donde su modelo de negocio TIENE que cambiar significativamente. Luego nos vendrán con el "la culpa la tiene la piratería", cuando son ellos los que cierran las puertas a las nuevas posibilidades.
Estoy de acuerdo con vosotros, aunque, a lo mejor lo hicieron por preservar un poco la economía que los que nos dedicamos a fotocopiar, grabar, etc…estamos destruyendo….que no lo veo lógico, pero bueno, imagino que esa será su postura.
Yo trabajo en el mundo del libro y la lectura y se está haciendo un gran trabajo por adaptarnos a los nuevos tipos de soporte y a nuevos tipos de gestión y servicios que los usuarios actuales demandais.
Aún así, si hubiesen permitido los libros en formato electrónico hubieseis ido??? esto ya es curiosidad. Es que a veces tengo la sensación que quien opina de estos temas luego no pisa una librería, ni compra un lector de libros electrónicos, ni tiene intención de dedicarse una vez al año a leer algo que no sea deportes o política, y a lo mejor, como opinan tanto, lo que tomamos las decisiones de cambiar estamos haciendo caso a quienes jamás nos la harán.
Gracias,
Clara
Aun existen casposos trogloditas en el S XXI. Supongo que los libros que se esponen se han imprimido en una tecnología propia del tiempo de Gutemberg, para no romper la magia y por supuesto no estarán permitidos los libros liberales, progresistas, independentistas, catalanes, etc.
que sea electrónico no significa que no tenga sentido incluirlo en la feria, puesto que hay ferias de videojuegos, de música electrónica, de teléfonos móbiles, de cámaras digitales de fotos, etc etc.
No se deja de apreciar un libro así sea eléctrico o en papel
(repito parte del comentario porque me gustaría que opinaseis)
Aún así, si hubiesen permitido los libros en formato electrónico hubieseis ido??? esto ya es curiosidad. Es que a veces tengo la sensación que quien opina de estos temas luego no pisa una librería, ni compra un lector de libros electrónicos, ni tiene intención de dedicarse una vez al año a leer algo que no sea deportes o política, y a lo mejor, como opinan tanto, lo que tomamos las decisiones de cambiar estamos haciendo caso a quienes jamás nos la harán.
Parece que les importe mas el continente que el contenido… pero un libro no es un montón de hojas pegadas con una cubierta. Un libro es mucho mas, esté en fibra vegetal o en bits.
Advierto que me voy a ir un poco del tema, pero luego volveré, sigan leyendo.
Esta noticia puede parecer una tontería, pero hoy el mayor enemigo de la "digitalización" de la enseñanza no son las empresas de software propietario, que quieren firmar contratos millonarios con los ministerios y consejerías de educación para que todos aprendamos a someternos desde niños a los deseos de esas empresas y no sepamos que existen alternativas libres.
El mayor enemigo de la introducción de las nuevas tecnologías en la enseñanza son las editoriales, que a pesar de que se han ido subiendo al carro tecnológico y adoptando tímidamente los formatos electrónicos, todavía miran con miedo y desprecio la posibilidad de que se sustituya el papel, que tantos beneficios les da (tal como está montado hoy el tinglado editorial-escolar), por el formato electrónico.
Hoy es técnicamente posible que los escolares y universitarios dejen de cargar con pesadas mochilas llenas de libros, libretas, lápices y demás chismes y las sustituyan por un netbook o un pendrive con esos mismos libros en pdf (por ejemplo).
¿Por qué no se hace entonces? Pues porque las mafias de libreros y editoriales siguen mandando muchísimo en los centros de enseñanza y en los planes de estudio, más incluso que los enseñantes, ministerios y consejerías. Muchísimo más.
El día que esos gestores de editoriales que ven a la tecnología como enemiga se den cuenta de que no se puede parar el progreso quizá sea tarde para ellos. Ya se empiezan a ver ejemplos en países donde por necesidad y escasez de recursos se está recurriendo tanto a los netbooks como al software libre y al formato electrónico: es más barato, accesible, atractivo, moldeable, actualizable y eficaz.
El libro de papel debería ser un objeto de disfrute, una opción más, no la principal. Sobre todo en la enseñanza, donde muy pocas veces se explotan al máximo sus contenidos; me refiero a que casi nunca se acaban los libros de texto en los cursos. Por no hablar del enorme gasto que suponen para las familias. Incluso en la enseñanza pública, ese gasto es escandaloso y sangra a muchas familias para beneficio de esos libreros y editoriales que prohíben los formatos electrónicos.
El libro de texto en papel es un formato cerrado y monolítico, mientras que la Red está viva. El libro electrónico puede crecer y adaptarse instantáneamente a lo que exijan los enseñantes y los propios escolares, y eso no lo podrá hacer nunca el libro de texto en papel. Si hay un sector donde la tecnología y la Red son más necesarias es precisamente el de la enseñanza.
Al negocio del libro, por lo menos en la escuela, quieran o no las editoriales le quedan dos días. No se puede parar el progreso.
Y sobre el tema de la lectura por placer, hoy mismo no hay alternativas saludables para la vista ni para el bolsillo (demasiado caros aún) al libro de papel. Un monitor o e-reader no son todavía competencia para el libro de siempre. Pero es sólo cuestión de tiempo (muy poco tiempo, quizá un par de años) que sí haya e-readers baratos y capaces de suplir a los libros. ¿Y qué hará entonces la industria del libro, seguir negando y prohibiendo la realidad? Renovarse o morir.
Clara: no nos molestamos en contestarte aunque insistas porque se ve de lejos que eres de las que opina que fotocopiar y compartir apuntes o libros, o bajarse libros o apuntes de la Red es un delito; se ve de lejos que eres de las que quieres que las bibliotecas nos cobren por leer. Entérate: si los libros de texto y genéricos no tuvieran esos precios escandalosos, la gente no fotocopiaría, como pasa con los discos o las pelis. Es la industria y sus gestores e intermediarios con su afán por ganar dinero la que se está suicidando a sí misma. ¿Quién se puede gastar 50-80 euros en un libro de texto, monografía, diccionario de X? ¿O 20 euros en una novela? Y encima como digo pretenden cobrarnos por sacar libros de las bibliotecas. ¿Eso es fomentar el hábito de la lectura, o hinchar aún más los bolsillos de los libreros y editoriales?
Hasta que las editoriales no cambien el chip, o mejor dicho se lo pongan, o el gobierno de turno le eche bits al asunto y deje de someterse a la voluntad de las editoriales y compañías extranjeras de software privativo seguiremos en la Edad Media de la tecnología, sobre todo en el sector de la enseñanza.
Insisto: los mayores culpables del atraso tecnológico son precisamente los que se presentan a sí mismos como garantes de los derechos de la cultura, en este caso impresa en papel. Los únicos a los que beneficia la situación actual de atraso. Miedo hay que tenerles. O no.
La cultura debería ser un derecho, no un negocio.
Creo que el que ha escrito eso, tiene una imprenta y no quiere que se le fastidie el negocio, ya que un libro, al principio esta escrito en un ordenador y luego se imprime, asi que no hay escusas, ¿o es que lo escribe con pluna en rollos?
Saludos
Las imprentas, librerías e intermediarios de distribución de libros van a disminuir muchísimo. Los lectores electrónicos están madurando y es una tecnología imparable, por más que la intenten frenar en lo posible.
Y tiene razón Calomiro: en el tema de enseñanza la situación actual roza el delito. Hay un acuerdo de precios, bendecido por las administraciones y las AMPAS de los colegios, y es increíble que por un libro de ESO de Naturales te cobren 35€, cuando tienen garantizada la clientela masiva, y es el mismo que el usado en los 10 años anteriores. Es una forma más del servilismo político del PP/PSOE/Sindicatos con las grandes editoriales.
Por mi parte me voy a comprar un lector electrónico y empezaré a leer libros en inglés. Son muy baratos, típicamente se venden a un precio que oscila entre los 3 y los 9 dólares, hay una gran variedad, y me libero de la mafia española.