Matthias Lange era un alemán que odiaba los despertadores. Sobre todo cuando sonaban a las seis de la mañana para indicarle el camino al trabajo. Él es el diseñador del Smash Alarm Clock, un despertador que ha nacido con la voluntad de canalizar la rabia que nos invade cada vez que suena el dichoso pitido.
Es el despertador que se aplasta. Cuando empiece sonar a la hora programada, el bello durmiente sólo tendrá que darle el golpe definitivo que lo hará callar. Pero sólo por ese día. Gracias a la superficie blandita del Smash, evitaremos que se nos rompa el despertador a la primera de cambio y lo que es mejor, que se mantenga intacto durante largo tiempo.
Pero el gusto por el despertador beligerante ya se ha demostrado en muchos conceptos. Desde el despertador lanzamisiles hasta el Gun O’Clock, un aparato que incluye pistola para disparar al odiado reloj. Pero el Smash Alarm Clock todavía es un concepto, lamentablemente, sin fecha de puesta a producción.
Vía: Trendhunter
