Lo que cuenta en el concurso Next-Gen PC Design de Microsoft es buscar formas curiosas para el PC del futuro. Una pulsera, un collar, una paleta de pintor… o incluso, dos tazas. Dos ordenadores con forma de taza. El primero se llama Yuno PC (nombre más que acertado para un «PC para el desayuno»), e incorpora una pantalla táctil OLED con iconos para acceder rápidamente al correo electrónico, el estado del tráfico o el valor de nuestras acciones en bolsa. Informaciones cortas y sencillas que podríamos ver sobre la superficie de la taza mientras damos cuenta del café y la habitual tostada matutina.
Lógicamente, Yuno PC también serviría como recipiente para la bebida, y por lo tanto podríamos fregarla como cualquier taza. Solo tendríamos que retirarle la base, donde irían los componentes internos como el procesador, el disco duro, un transmisor de señal Wi-Fi y la conexión USB.
También llevaría iconos para acceder a información sobre el tiempo, consultar la hora y visualizar cómics en una pequeña ventana.
El otro concepto de taza-ordenador, The Cup, presenta un aspecto mucho más clásico, pero sus aplicaciones rayan con la línea que separa lo real de la ciencia-ficción. La idea consiste en realizar las labores típicas de un ordenador mediante los gestos típicos que podemos hacer con una taza. ¿Queremos pasar archivos de un ordenador a otro? Bastará con «verter» la información como cuando le echamos leche al café.
Claro que también podríamos hacerlo apilando las tazas una encima de la otra. A la hora de ponernos a trabajar, volcaríamos The Cup para que proyectase (o derramase) una imagen holográfica donde mostrar las aplicaciones, y un lector de infrarrojos se encargaría de que pudiésemos controlarla como si fuese una pantalla táctil.
Lo controlaríamos todo a través de una serie de botones colocados en el asa, y su base de recarga tendría el aspecto del típico platito donde dejamos reposar la taza por si derramamos el café. Para rematar el diseño, en el interior del borde habría un micrófono integrado, aunque los diseñadores no aclaran si su función va más allá de la de un simple grabador de voz.
Si piensas que ni tú ni tus hijos ni tus nietos verán jamás ordenadores con estas características, te repetimos lo que ya hemos dicho acerca de otros finalistas de esta curiosa competición de diseño: las posibilidades reales de fabricación no importan. Lo que cuenta es buscar formas ingeniosas para el ordenador del futuro.
La conspiración que han montado las empresas para que trabajemos más horas de las que nos corresponden podría llegar en este futuro imposible hasta extremos insospechados. Si los diseños que se presentan en este artículo llegasen al mundo real, no podríamos descansar ni durante los diez o quince minutos que invertimos en desayunar antes de ir a la oficina. El motivo: tendríamos un ordenador metido en la propia taza para el café o en el zumo de naranja.
Más info: Next-Gen PC Design Competition