Relojes como Clocky o Banclock marcan la tendencia que siguen algunos despertadores para conseguir que salgamos temprano de la cama: ponermos difícil que apaguemos la alarma. A los diseñadores Sofie Collin y Gustav Lanberg se les ha ocurrido algo menos traumático que perseguir al despertador por toda la habitación o insertarle monedas: integrarlo en una alfombrilla que sólo desconecta su alarma cuando la pisamos.
Una idea de diseño que llevaría su propia pantalla para mostrar la hora y al que, bajo nuestro punto de vista, le falta un poco para ser un despertador realmente efectivo. Habría que ver si podríamos parar la alarma haciendo un poco de presión con la mano. Y aún en el caso de que no, tampoco vendría mal una pequeña descarga eléctrica en la planta de los pies para espabilarnos del todo y no caer en la tentación de volver a tumbarnos (esto si que sería algo traumático)
Vía: Yanko Design
oye, esto si que es efectivo, me encanta!