Cada año hay más de una empresa que puja por ganar el premio al mejor bluff. Al vaporware más suculento. Todo empieza con grandes expectativas. Un nuevo producto o servicio que aparenta ser la gran revolución del siglo XXI. Algunos ejemplos son el sistema de archivos WinFS de Microsoft o el juego Duke Nukem Forever que no llega nunca, pero se anuncia año tras año.
Pues bien, 2007 puede ser recordado como el año de Google Phone, Gphone o cualquiera de las marcas ficticias con las que se ha bautizado el inexistente móvil de Google. Finalmente hoy ha sido el día de la presentación oficial.
Pero no era un móvil. Todo se ha quedado en agua de borrajas. O, en este caso, en un sistema operativo llamado Android. Con la peculiaridad de que es de software libre o código abierto. Vamos, para entendernos, un nuevo competidor del Symbian, Windows Mobile o PalmOS, otros tantos sistemas operativos para móviles. A cual peor, por cierto.
Para esta aventura, Google ha creado una alianza llamada Open Handset Alliance. Allí se ha juntado con algunos fabricantes de móviles: Motorola, Samsung, HTC y LG. Aquí hay una gran ausente llamada Nokia. Otras marcas conocidas son Intel o Qualcomm o NVIDIA. Aunque también hay operadoras, como nuestra gran conocida Movistar.
Entre todos crearán un sistema operativo y una serie de aplicaciones para sacarle el máximo provecho a los móviles de última generación. Pero, eso sí, que nadie salga corriendo a comprar un terminal Google. Los primeros modelos con sistema operativo Android no están previstos hasta finales de 2008. Lo dicho, un auténtico bluff.
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