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Llevamos ya unos meses batallando con Windows Vista, el último sistema operativo lanzado al mercado por Microsoft. En este blog intentamos ayudar a solucionar problemas a aquellos que ya lo tienen instalado en su ordenador. Junto con esta serie de consultas técnicas, no podí­an faltar unas pequeñas guí­as sobre lo más elemental de las nuevas ventanas: su manejo. En este post, hablaremos de los primeros pasos, es decir, esos ajustes que hacemos cuando cargamos el sistema por primera vez. Todo a través de unas pautas muy sencillas.

Empezaremos con el Menú Inicio, ese que se despliega cuando pinchamos sobre el logotipo de Windows en la esquina inferior izquierda (o cuando pulsamos directamente la tecla Win). Si has usado Windows XP o versiones anteriores, te darás cuenta que este menú ha cambiando sensiblemente. Ahora hay muchas menos flechas para que surjan más desplegables. Si estás acostumbrado al look anterior y no quieres cambiarte, siempre puedes volver a él.

Para ello tienes que acceder a Propiedades. Es una de las opciones que aparecen al pinchar con el botón secundario en la barra inferior (Barra de Inicio), a la que también podemos acceder haciendo lo mismo en los espacios en blanco del propio Menú de Inicio. Dentro de Propiedades hay un pestaña llamada precisamente Menú Inicio, en la que puedes marcar la casilla Menú Inicio Clásico. Al hacerlo, el aspecto gráfico de este menú volverá al de las versiones anteriores, como puedes ver en la captura.

iconosAdemás de esto, se agregarán al escritorio varios iconos que solí­an estar en las versiones anteriores de Windows, y que el nuevo Vista incluye por defecto en otros sitios. Estos iconos son: Equipo (anteriormente llamado Mi PC), Panel de Control, un acceso directo al navegador de la casa Internet Explorer, Red (anteriormente Mis Sitios de Red) y Mis Documentos (que por defecto lleva el nombre con el que te hayas registrado como usuario). Todos con un aspecto renovado. Para darles un nuevo aire.

menu-inicio-propiedadesSi, por el contrario, te gusta el nuevo aspecto del Menú Inicio pero quieres tener algunos de los clásicos iconos, también puedes hacerlo. Accediendo de nuevo a PropiedadesMenú Inicio, marcamos la opción Menú Inicio a secas. Luego, al desplegar el Menú, podemos arrastrar hasta el escritorio cualquiera de los accesos que aparezcan en él, creándose un icono para tal efecto.

Otra opción es Personalizar el menú, para añadir o quitarle flechas que nos permitan desplegar opciones adicionales. Para ello, vuelve a Propiedades – Menú Inicio y pincha en el botón Personalizar situado junto a la opción Menú Inicio. Surge una ventana con los enlaces que figuran ya en el Menú Inicio. Desde aquí­ puedes agregar o eliminar cualquiera de estos enlaces.

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Pero las opciones no acaban ahí­. Por cada uno de los botones podemos elegir además si queremos que los siguientes submenús aparezcan desplegados o, por el contrario, que se abran una ventana aparte con las nuevas opciones adicionales.

Si te gustan los menús que se despliegan, elige la opción como un menú. Si marcas como ví­nculo, al pinchar sobre él se abrirá directamente la carpeta correspondiente.

Aquí­ tienes lo básico para tunear el menú de Inicio en Windows Vista a tu gusto. En próximas entregas, daremos las pautas para realizar pasos un poco más elaborados.

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