P-Ink, un papel electrónico con gotas de cristal 5

Llevamos años y años hablando de papel electrónico, esas pantallas flexibles que pueden cambiar lo que muestran. En espera de que algún dí­a lleguen a comercializarse, no nos queda otra que seguir hablando de nuevas formas de conseguirlo. La última, bautizada como P-Ink e ideada por la firma canadiense Opalux, se basa en unos cristales fotónicos formados por gotas microscópicas de silicio.

Pero expliquémoslo de una forma más sencilla. La pantalla estarí­a formada por un montón de estos cristales, que apenas miden 200 nanómetros de largo. Y dentro de cada cristal, habrí­a miles de gotitas. Mediante descargas eléctricas, las gotitas pueden separarse o acercarse entre sí­, reflejando la luz de multitud de formas distintas. Para así­ dar lugar a multitud de colores. Cada cristal serí­a un pí­xel con un color.

P-Ink, un papel electrónico con gotas de cristal 5

P-Ink, un papel electrónico con gotas de cristal 5

P-Ink, un papel electrónico con gotas de cristal 5¿Cuál es la novedad de todo esto? Pues que los colores serí­an mucho más intensos que en otros prototipos de papel electrónico. Para formar imágenes, normalmente se usan pequeños puntitos, o pí­xeles, de tres colores: rojo, verde y azul. Al combinarse y ser tan pequeños, el ojo humano no los distingue por separado, sino que los ve mezclados, surgiendo el resto de colores posibles.

El problema es que, hasta ahora, el papel electrónico agrupaba los pí­xeles en grupos de tres, uno para cada color. Si querí­amos una pantalla entera de color rojo, sólo se encendí­an los pí­xeles rojos y el resto se quedaban negros. Este P-Ink, sin embargo, no necesita hacer grupos de tres, porque todos los pí­xeles pueden adquirir el mismo color al mismo tiempo, sin que haya pí­xeles negros o apagados. De ahí­ que el color sea mucho más intenso.

Los cristales microscópicos estarí­an dentro de un material esponjoso, y por lo tanto flexible, que además puede conducir la electricidad, para recibir esas descargas que harí­an cambiar la posición de las gotas. Es algo parecido a la impresoras Zink, con la diferencia de que los cristales no se derretirí­an, simplemente se removerí­an un poco por dentro.

Sus creadores afirman que podrí­an poner la idea en práctica en unos dos años, empezando por los carteles publicitarios (como ya hacen los paneles Ceelite). Pero claro, en 1997 un tal Nicholas Negroponte dijo que el papel electrónico tardarí­a precí­samente dos años en incorporarse de lleno a nuestras vidas. Ha pasado una década, y por enésima vez hablamos de otra variante de esta tecnologí­a, así­ que no nos queda más remedio que mantenernos muy pero que muy escépticos ante este tipo de noticias.

Ví­a: engadget / MIT TechnologyReview

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