Consejos para fotografiar bodas (2ª parte) – Trucos de Fotografí­a

La planificación es fundamental para sacar fotos en una boda. Pero con eso no tenemos hecho todo el trabajo. El dí­a en que te vistas de chaqueta y te vayas a la iglesia con tu cámara, ten en cuenta estos consejos que nos brinda un fotógrafo profesional:

1- Sé discreto

Es inevitable que la cámara haga su clásico sonido cuando disparas una foto, pero sí­ puedes quitar los molestos pitidos que suenan cuando navegas por los menús o eliges determinada configuración. Así­ pues, desactí­valos. Para no desconcentrar a nadie, para que todos oigan bien las retahí­las de la ceremonia, para que los niños no se te acerquen preguntándote «¿eso qué es?»… O por simple respeto.

De la misma forma, intenta no molestar al moverte dentro de la iglesia. No es cuestión de quedarte siempre en el mismo sitio para hacer las fotos. Pero puedes intentar hacer coincidir tus paseos con canciones, con el momento en el que los asistentes se sientan o levantan, con el comienzo o terminación de lecturas de textos… Con cambiar unas 4 ó 5 veces de posición tienes más que suficiente.

2- Lo cortés no quita lo valiente

Por si no lo sabí­as, en toda boda que se precie siempre hay algunas personas especialistas en criticar a los demás. A unos nos gusta hablar de fútbol, de tecnologí­a o del tiempo que va a hacer. Pero este otro tipo de personas no pueden evitar retransmitir constantemente el comportamiento de personas a las que no conocen de nada. «Hay que ver que fotógrafo más antipático, con esa cara de desagradable, ¡encima de que le están pagando!» es un comentario que se ha oí­do en más de una boda. Por eso, muéstrate feliz y con gesto sonriente. Como si estuvieras escuchando a Gomaespuma o a Faemino y Cansado en acción. La simpatí­a es contagiosa.

Esto es algo que te ayudará, en primer lugar, a que la gente salga más alegre en retratos y fotos grupales, y de paso te ahorrarás el oí­r comentarios negativos. Para rizar el rizo en lo que a cortesí­a se refiere, no pierdes nada por llevarte un ordenador portátil a la boda, en el que los asistentes puedan ir viendo las fotos que has hecho al llegar al convite. «Hay que ver que fotógrafo más majo y más amable, que no le importa que le molestemos mientras está trabajando. ¿Tendrá novia el muchacho?». ¿Ves lo que cambia la cosa con un par de detalles?

3- Prepárate para lo inesperado

En una boda puede pasar de todo, empezando porque se ponga a llover a caudales. La única regla que podemos darte para estos momentos es que no pierdas la calma e intentes improvisar. Es más, en este tipo de situaciones aparecen nuevos elementos que puedes aprovechar para tu foto, y hay que aprovecharlos.

Por ejemplo, un momento simpático o digno de retratar se produce si el novio decide cubrir a la novia con un paraguas para acompañarla al salón de celebraciones. Pase lo que pase, no borres ninguna de las fotos que hagas. Sin darte cuenta, puedes haber conseguido una buena foto, y siempre puedes retocarlas digitalmente para corregir algunos detalles.

4- Sé original

No te conformes con sacar sólo retratos y fotos grupales. Busca los pequeños detalles (la biblia que lee el cura o el libro rojo del alcalde, primeros planos de los anillos, las manos de los novios agarradas durante el convite) y cambia la perspectiva, usando planos picados y contrapicados, jugando con las sombras, colocando el rostro de un personaje en primer plano con el resto de los familiares de fondo. Lo importante es hacer muchas fotos. Recuerda que, si haces una demasiado arriesgada que no te convence, puedes no incluirla en el trabajo final que le presentes a la familia.

5- Luces

Si te dejan usar flash, ten cuidado con su intensidad si no quieres crear reflejos excesivos en las vidrieras. En este caso conviene suavizarlo un poco con un difusor de flash. Si directamente no te dejan usarlo, tendrás que aumentar el nivel de sensibilidad ISO de la cámara, ya que las iglesias suelen ser oscuras por dentro. En exteriores, siempre puedes usar el flash como luz de relleno.

6- Técnicas

Aunque nuestra cámara tardará un poco más en procesar la foto, conviene probar algunas veces a hacer fotos en formato RAW. Es un formato digital, pero incluye toda la información de imagen que capta el sensor, como sucedí­a en las cámaras analógicas. Aunque el archivo de la foto aumente considerablemente su peso, también será más expresiva, al retratar más fidedignamente las pequeñas variaciones de luz y color.

Por último, conviene colocar la cámara en modo continuo, que nos permite hacer muchas fotos en pocos segundos. En las bodas es importante no perder detalle, y tomar varias fotos de un mismo momento. Al final elegiremos la que mejor quede, y los novios y la familia estarán contentos con nuestro trabajo.

Esperemos que te resulte útil esta adaptación que hemos hecho de los consejos de un fotógrafo profesional. Si se te da bien el inglés, puedes visitar su blog y completar este minicursillo.

Ví­a: digital-photography-school

[Fotos de dhbphotography]