La revista científica Plos publicaba hace unos días un artículo que podría cambiar para siempre la vida de cientos de personas en todo el mundo.
Según apunta dicha publicación se ha desarrollado una interfaz o lo que es lo mismo, un conector ordenador-cerebro, capaz de leer el pensamiento de aquellas personas que sufren el denominado síndrome de enclaustramiento, dolencia que impide todo tipo de comunicación. A partir de ahora los enfermos podrán comunicarse con un “si” o un “no” cuando se les pregunte.
Este inusual trastorno neurológico paraliza la musculatura voluntaria del cuerpo humano salvo aquella que controla los ojos. En caso de que incluso la movilidad ocular quede afectada la enfermedad pasa a denominarse «síndrome de enclaustramiento total». Sin embargo tanto la consciencia como la capacidad para procesar pensamientos y entender quedan en ambos casos ilesas.
El profesor Niels ha sido el encargado de supervisar esta investigación, llevada a cabo con cuatro pacientes con esclaustramiento total, en el Centro Wyss de Ginebra.
Los resultados confirman que los pacientes son capaces de contestar a preguntas con un «sí» o un «no» pensando únicamente la respuesta. La interfaz no invasiva capta estas variaciones en el cerebro mediante la medición de los niveles de oxígeno en la sangre y las interpreta.
El equipo de psicólogos e investigadores expertos llevaron a cabo un cuestionario estándar según el cuál se les pedía a los enfermos que contestasen a preguntas con respuestas previamente conocidas como «¿el nombre de tu marido es Joachim?» o «¿eres feliz?», con las que consiguieron un 70% de respuestas correctas.
Lejos de lo que cabría esperar, los pacientes sometidos al examen durante varias semanas contestaron con un «sí» a la pregunta “¿eres feliz?” sorprendiendo tanto a los psicólogos como a los investigadores. Y es que según el doctor Birbuaumer los pacientes pueden llegar a tener un nivel de vida aceptable siempre y cuando reciban cuidados de salud satisfactorios en sus casas.
Hasta ahora las investigaciones previas señalaban que las personas con síndrome de enclaustramiento completo carecían del tipo de pensamiento necesario para el correcto uso de una interfaz de este tipo, por lo que se presuponía que los enfermos no podían comunicarse de ningún modo.
En un futuro se espera que mediante la repetición de este estudio con más pacientes se pueda restaurar una comunicación útil y todo lo fluida posible con estos enfermos.
El síndrome de enclaustramiento o de cautiverio es una enfermedad poco frecuente capaz de afectar por igual tanto a mujeres como a hombres de cualquier edad, sin embargo, es más común en adultos mayores debido al padecimiento de isquemias o hemorragias cerebrales.
De lo que no nos cabe duda es que gracias a esta novedosa interfaz y a sus increíbles resultados que eliminan la teoría generalizada de que las personas con síndrome de enclaustramiento total no son capaces de comunicarse, el nivel de vida de muchas personas en todo el mundo va a aumentar considerablemente, lo que es siempre una gran noticia.