¿Quién no se acuerda de Second Life? El juego de realidad virtual más popular de principios de siglo llegó a cosechar más de diez millones de usuarios, quienes suspiraban por tener una vida mucho más apasionante que la del mundo real. A pesar de su gran éxito, lo cierto es que sus creadores, Linden Lab, nunca consiguieron que aquel universo virtual llegara a ser lo que deseaban. Años más tarde, con la mirada puesta en la realidad virtual, la cosa quizá pueda cambiar. Y es que, Second Life podría renacer gracias a Sansar, un proyecto que coge lo mejor del videojuego y lo combina con las gafas de realidad virtual de HTC y Oculus.
En su mejor momento, Second Life logró reunir a millones de internautas, ávidos por tener una vida más divertida y fructífera que la de carne y hueso. Los jugadores, a través de un avatar, podían convertirse en cantantes famosos, directores de cine de prestigio o estrellas mediáticas. Todo esto en un entorno en el que era posible comprar y vender propiedades y objetos con dinero real. Se creó un peculiar modelo económico en el que incluso empresas de gran popularidad también quisieron participar. Poco a poco el pilar que sostenía el mundo virtual de Second Life se fue yendo de las manos y la gallina de los huevos de oro acabó demostrando no tener tanto encanto como parecía. Es cierto, que Second Life nunca murió del todo, pero quedó relegado a un segundo plano sin mayor atractivo.
Lo cierto, es que años después los responsables del proyecto, Linden Lab, coinciden en que ese mundo virtual que crearon hace más de una década tendría ahora más sentido que nunca gracias a la realidad virtual. Las gafas virtuales de Oculus y HTC cobrarán más sentido que nunca cuando a finales de este año llegue Sansar. No será un Second Life como tal, aunque tiene una base muy similar. La idea principal, es que la nueva experiencia forme en menor medida parte de un mundo virtual y tenga más sentido como la web en sí, con sitios individuales que se puedan visitar y en los que podamos interactuar. Además, cambiará el modelo de negocio que conocíamos. No solo se basará en la venta de «terrenos virtuales», también encontraremos negocios de objetos y ropa para nuestros avatares. Los terrenos en sí serán más económicos en Sansar que lo que eran en Second Life, donde uno de unos 256 metros cuadrados podía costar cerca de 300 euros al mes.
Aún hay dudas y muchas preguntas sin respuesta. Tendremos que comprobar si Sansar acaba funcionado, aunque para el profesor asociado de la Universidad George Washington, John Artz, especialista en el mundo de Second Life, el nuevo proyecto acabará volviéndose aburrido. Artz impartió clases sobre Second Life con aplicaciones comerciales y en sus palabras: «A pesar de que la tecnología que se encuentra detrás es muy buena, se acabará volviendo aburrida como ocurrió la primera vez.». ¿Qué opináis vosotros? ¿Estáis de acuerdo?
tiene mucha razón el profesor John Artz yo experimente hace 5 años el mundo virtual Second life hoy ya es 2018, yo viví la experiencia de conocer varias amistades en sus buenos tiempos Second life era muy agradable yo me enamore de una argentina para los 2 era algo como escapar un momento de la vida tan dura que es la realidad y hasta la fecha seguimos en contacto por whatsapp, pero la gente empezó a hacer cosas que no debía se empezó a mal-viajar entraban hombres y mujeres casados y vivían una experiencia amorosa con otra persona de otro país a muchos los cacharon en la realidad y se divorciaron empezó a entrar gente que estaba mal de la cabeza insultaba, maldecía al no tener el mundo virtual filtros de seguridad psicológicos ya entraba gente que no debía estar hay y aunque es un un mundo virtual no deja de ser un juego y una ves que la gente vive la experiencia que la satisface es cuando ese mundo virtual deja de tener sentido y se vuelve aburrido hoy en dia 30 de Marzo del 2018 si uno entra a Second life la gente bajo un 80% a lo que era antes.