Diseñar software de inteligencia artificial es difícil, pero gracias a los avances tecnológicos cada día un poco menos. Existen muchas empresas como el gigante Google, que han empezado a plantearse si la mejor manera de diseñar un software de inteligencia artificial es en realidad mediante otro.
El laboratorio de investigación de Google, Google Brain, está construyendo un programa capaz de construir software de inteligencia artificial, con el objetivo de hacer que el futuro su creación sea más barata y más sencilla.
Podemos imaginarnos los sentimientos enfrentados que pasarán por la mente del experto en aprendizaje automático mientras crea una máquina que con total probabilidad un día, posiblemente no muy lejano, será capaz de crear inteligencia artificial mejor que él mismo. Y es que ésta avanza tan rápido que incluso podría acabar prescindiendo de sus creadores.
A día de hoy estos expertos cobran grandes sumas de dinero debido a su número limitado y a la alta demanda de sus valiosas habilidades. Pero, ¿tienen los días contados? Si Google consigue sus objetivos, ya no serían necesarios ingenieros ni programadores para crear la IA más avanzada.
En la actualidad, la tarea de programar el aprendizaje automático es dura y requiere de mucho tiempo y de una gran cantidad de inversión de dinero que destinar a la contratación de expertos que conozcan las herramientas necesarias para hacerlo.
El objetivo final de Google Brain es reducir estos costos y hacer que la inteligencia artificial sea más accesible y eficiente. Gracias a estos avances en unos años si una universidad o una empresa busca construir un software IA podrá simplemente alquilar una máquina encargada de construirlo en lugar de tener que contratar a todo un equipo de expertos.
Es más, con estas nuevas herramientas también puede aumentar la velocidad a la que se implementa la tecnología. Y es que, hasta el momento, el aprendizaje automático requerir de semanas o meses para aprender a hacer tareas.
De momento se trata sólo un proyecto, aunque cada vez más factible. Aunque la compañía asegura que aún no ha logrado alcanzar el nivel de perfección de los ingenieros humanos no niega que éste sea el principal objetivo de su investigación.
La automatización está destinada a interrumpir la forma en que la economía, e incluso el capitalismo en sí, ha operado durante siglos. A largo plazo, las máquinas son más baratas que los trabajadores humanos. No necesitan días de vacaciones, sindicatos o muchos otros aspectos del empleo que las personas si requieren.
Sin embargo, esta mano de obra más barata y más eficaz tendrá un gran costo. Tanto es así que la Unión Europea ha redactado ya seis Leyes de la Robótica que protegen ya el bienestar de los ciudadanos debido al auge de la robotización. El empleo, como no puede ser de otra manera, es la principal preocupación, y es que si todo sigue así en los próximos años cientos de millones de puestos de trabajo sean sustituidos por robots.
