Presentados en el CES de Las Vegas aunque ya disponibles a la venta por un precio de 59 euros, los auriculares Pioneer ST-MS5T presentan como novedad destacada la capacidad de reproducir frecuencias muy por encima del teórico límite del oído humano (20 kHz) al declarar alcanzar ultrasonidos de hasta 40 kHz. Ello los hace compatibles al cien por cien con los formatos de música en alta resolución, y por lo tanto candidatos a llevar con orgullo el sello “Hi Res Audio”. Otra cosa es que nuestro oído sea realmente capaz de apreciar esos sonidos (abierto a debate), pero la capacidad técnica ahí está.
Construcción
Fabricados en plástico pero con detalles de aluminio, aparentan un acabado metálico y cuentan con almohadillas en símil piel, es decir son de lujoso aspecto, son ligeros (pesan 230 gramos) y cuentan con un cable con jack de 3’5 milímetros (y un adaptador para 6 mm). Están disponibles en varios colores: plata, marrón, negro y rojo. Y en el cable (que mide 1’2 metros) cuentan con un mando con un botón y micrófono para poderlos usar con un móvil y responder llamadas.
Los altavoces de las copas son drivers de 40 mm de diámetro y su respuesta en frecuencia es amplísima pues abarca desde los subgraves (9Hz) hasta el ultrasónico (40 kHz). Su sensibilidad es de 96dB/mW y su impedancia de 32 Ohm, con lo que deberán poderse “mover” bien sin necesidad de amplificación dedicada más allá de la salida del móvil o reproductor digital que utilizamos como fuente.
Estos Pioneer son auriculares supraurales, es decir que su copa cubrirá nuestros oídos, y además son cerrados, de forma que evitaremos que nuestra música se filtre al exterior, ideal para no molestar si los usamos en transporte público… o en la cama. Y viceversa, nos aislarán mejor del sonido ambiente, algo que viene muy bien y que evitará que caigamos en la tentación de subir la música para que enmascare el ruido ambiente.
Hacer eso, por cierto, es peligroso, porque el oído se acostumbra a un nivel alto y nos pasa desapercibido… pero en realidad estamos dañándolo y a largo plazo tendríamos problemas irreversibles. Un buen truco para saber si tenemos el volumen adecuado o exagerado consiste en “chasquear” los dedos: con auriculares abiertos, con el brazo estirado si no escuchamos el chasquido es que hay que bajar el volumen; con auriculares cerrados (o intrauriculares), con la mano a un palmo del oído si no escuchamos el chasquido… de nuevo hay que bajar el volumen. Otro buen truco es dejar siempre el volumen a cero, para subirlo progresivamente al nivel cómodo (no partir de un volumen muy alto).