Los Samsung Galaxy S7 y Samsung Galaxy S7 edge fueron unos de los primeros dispositivos de Samsung que contaron con un sistema de resistencia al agua (sí, el Samsung Galaxy S5 también, pero fue flor de un día). Se presentaron el año pasado con una certificación IP68, lo que significa que los dispositivos pueden soportar inmersiones a un metro y medio de profundidad durante un máximo de 30 minutos. Parece evidente, pues, que no estamos ante teléfonos preparados para funcionar de manera insistente bajo el agua, pero sí para resistir a la humedad en determinadas situaciones, como por ejemplo, bajo la ducha o en medio de un chaparrón. También pueden resultar útiles en caso de accidente: si el teléfono se nos resbala y cae directo en la bañera o a la piscina. Si su funcionamiento responde a lo que dice este estándar, el dispositivo podría estropearse si lo metemos en la lavadora por accidente o si sencillamente permanece durante más de treinta minutos debajo del agua. Los iPhone 7 y iPhone 7 Plus están justo un grado por debajo. Cuentan con la certificación IP67, así que en este caso los dispositivos son capaces de resistir 30 minutos, pero a un metro de profundidad.
Las cosas podrían cambiar con los nuevos lanzamientos que vendrán este año. El Samsung Galaxy S8, por su parte, seguiría disfrutando de la máxima certificación que existe actualmente, que es la IP68. El iPhone 8, por su parte, que llegaría con multitud de mejoras por el décimo aniversario del dispositivo en 2017, también disfrutaría de esta misma certificación, con lo que en cierto modo aumentaría su protección contra el agua y el polvo. Además, Samsung estaría interesada en extender esta cualidad a todos los dispositivos que tiene en el catálogo. Prueba de ella es que los nuevos Samsung Galaxy A7 2017, Samsung Galaxy A5 2017 y Samsung Galaxy A3 2017 cuentan con la famosa certificación que también los hace resistentes al agua y al polvo. La compañía Samsung usa carcasas resistentes al agua, en lugar de emplear cinta adhesiva, lo que también facilita sobremanera las reparaciones en caso de ser necesarias.
Pero estos no serían los únicos fabricantes que apostarían por proteger sus dispositivos contra elementos tan dañinos como el agua y el polvo. La firma coreana LG, rival directa de Samsung en Corea y alrededor del mundo, presentó hace poco un modelo bautizado con el nombre de XCalibur que también contaba con la famosa certificación IP68. Lo hizo en el CES 2017 de Las Vegas que tuvo lugar hace apenas unos días y también lo hará en el Mobile World Congress 2017 que se celebrará a finales de febrero en Barcelona. Parece ser que su nuevo buque insignia, el LG G6, también será resistente al agua gracias a una certificación IP68 y abandonará el diseño modular para pasar a ser de una sola pieza y garantizar la impermeabilidad.
Y tú, ¿qué dispositivo prefieres? ¿Es para ti imprescindible un teléfono resistente al agua?