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La mí­tica marca Marantz completa su gama estéreo de Alta Fidelidad con dos aparatos que son un auténtico lujo: el amplificador integrado PM10 y el lector de discos compactos SA10, aparato que también lee SACD y permite su uso como convertidor DAC de otras fuentes digitales. Marantz ha aplicado en ellos su máximo saber y los ha fabricado sin ningún compromiso de calidad, de ahí­ un precio -todaví­a estimado- que rondará los 8.000 euros por pieza.

Si analizamos primero el amplificador, veremos que el Marantz PM10 marca un hito en la gama de la marca al superar en prestaciones a los hasta ahora “reyes” del catálogo, el conjunto de preamplificador SC-7 y las etapas de potencia monofónicas MA-9. El PM10 alcanza una potencia de 200W a 8 Ohmios, que duplica a 400W al reducir la carga a la mitad (4 Ohmios) mostrando de esta forma la solidez de su fuente de alimentación. Para ofrecer tanta potencia y hacerlo con la máxima fidelidad, el PM10 está concebido como cuatro amplificadores en uno: dos por cada uno de sus dos canales, tan separados que podemos hablar de una construcción doble monofónica. Cada canal trabaja además en modo diferencial-puenteado, es decir, que no sólo amplifica la señal procedente de una fuente con referencia a la “tierra” sino que lo hace con las dos partes de la señal.
Fabricado í­ntegramente en Japón, cada sección del circuito cuenta con su propia fuente de alimentación independiente: los dos canales de amplificación, la sección de previo (control del volumen con microprocesador y selección de fuente, usando Módulos de Amplificación Hiperdinámica HDAM de Marantz) y también la parte dedicada a los discos de vinilo, pues Marantz no ha olvidado a los aficionados más tradicionales e incluye en el PM10 una refinada sección de fono para amplificar las delicadas señales de las cápsulas de tocadiscos (tanto tipo MM como MC). Incluye un capaz amplificador de auriculares con salida dedicada. El PM10 es, pues, masivo: alcanza 21”™5 kg de peso para unas dimensiones de 440 x 168 x 453 mm (Ancho x Alto x Profundo).

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En cuanto a su compañero, el SA10 reproductor de discos compactos y SACD, decir que de nuevo Marantz ha echado la casa por la ventana para dotarle de prestaciones únicas: el lector de discos ópticos es de fabricación a medida (no común a otros aparatos), capaz de leer no sólo CD y SACD sino también discos DVD con archivos grabados en música de alta resolución, y la sección de conversión de las señales digitales a analógicas (DAC) es algo único de Marantz. Se trata de un nuevo desarrollo que, en lugar de usar “chips” de terceros en un circuito más o menos estándar, realiza dos procesos llamados Marantz Musical Mastering, MMMConversion y MMMStream. El primero toma cualquier señal digital entrante y la sobremuestrea hasta convertirla al formato DSD (nativo SACD) a una frecuencia de 11”™2MHz también llamada DSD256 (porque es 256 veces más rápida que la frecuencia de muestreo de los CD de 44”™1kHz). La señal, sincronizada con relojes de alta precisión, puede ser desde esa frecuencia directamente convertida a analógica con un sencillo DAC monobit propio de Marantz, evitando así­ artefactos digitales y distorsión asociada a otros tipos de conversores. Esta sección de conversión y su refinada salida analógica con módulos HDAM puede aprovecharse también con fuentes externas, y la conexión USB disponible permite decodificar archivos de tipo PCM hasta 32 bits/384 kHz y DSD hasta DSD256. El Marantz SA10 mide 440 x 127 x 419 mm (An x Al x P) y pesa 18”™4 kg.

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