¿Puede que exista algo más horrible que las actualizaciones de Windows? En el mundo de la tecnología, probablemente no. Te levantas pronto para ponerte manos a la obra con el trabajo y ¡zas!, actualización que te crió. Horas y más horas interminables esperando a que el proceso llegue a su fin, pero la rueda vuelve a empezar desde el principio, el equipo se reinicia tropecientas veces y tú terminas perdiendo la paciencia. Si eres usuario de Windows 10 te habrás reconocido en esta desagradable experiencia. Sí, las actualizaciones de Windows llegan cuando menos se las espera (si es que se las espera alguna vez) y no hay nada que podamos hacer para remediarlo. Pues bien, consciente de la problemática y nerviosismo que están desencadenando estas actualizaciones, la compañía de Redmond acaba de tomar una decisión al respecto. Parece ser que la actualización de Windows 10 que llegará en marzo, conocida bajo el nombre de Windows 10 Creators, nos permitirá pausar las actualizaciones hasta un máximo de 35 días.
Ojo, que no se trata de una información oficial, pero sí de un dato que han proporcionado a los medios varias personas que actualmente están participando en las pruebas previas al lanzamiento de esta versión. La actualización, que sería gratuita para todos aquellos usuarios que ya disponen de Windows 10, traería un nuevo sistema de configuración para que los usuarios puedan ajustar estas molestas actualizaciones a su ritmo y necesidades.
Pero, ¿en qué consiste realmente este cambio? ¿Cómo se materializará este nuevo sistema de configuración? Pues muy fácil. Los usuarios que ya lo han probado han enviado esta captura, en la que se muestra una nueva opción de Configuración Avanzada, dentro del menú de ajustes de Windows Update. Así, lo que ha hecho el equipo de Microsoft es introducir un nuevo conmutador para la opción «Pausar actualizaciones», una herramienta que permitirá a los usuarios pausar temporalmente las actualizaciones para que no sean instaladas hasta transcurridos 35 días. Hay que tener en cuenta, eso sí, que las actualizaciones básicas de Windows Defender, un programa especialmente habilitado para proteger a los usuarios de todo tipo de amenazas y software espía, seguirán su curso habitual, de modo que si te encuentras con una actualización en plena ejecución aun habiéndola pausado, lo más probable es que la razón sea esta.
De momento, lo único que habrá que hacer para pausar las actualizaciones y olvidarse de ellas hasta por lo menos un mes será mover el interruptor de Off a On. Los paquetes de datos pendientes quedarán en pausa hasta 35 días después y en la parte inferior de este mismo menú podrás ver la fecha exacta en la que estas actualizaciones deberían quedar liberadas. Esto significa que podrás prepararte para el Día D y tratar de dejar el dispositivo libre para que Windows pueda ejecutar las famosas actualizaciones. Tendrás que instalarlas igualmente, pero por lo menos podrás controlar la fecha en la que se realizan, sin que esto perjudique tu ritmo de trabajo.
Foto de portada: Cinco Días | Vía: GSMArena
