Puede que en más de una ocasión tu router haya ido lento, algo que puedes achacar a diversas posibilidades. Tu proveedor de Internet está teniendo problemas en ese momento, las líneas están saturadas, alguien está descargando cosas por encima de sus posibilidades o que hay muchos dispositivos conectados. ¿Qué pasaría si la respuesta a todo eso es que alguien te está robando la conexión y aprovechándose de ella?
En uno de los últimos informes ha quedado más que claro que los routers domésticos son un negocio perfecto para el cibercrimen. ¿Por qué? Cuando llega el técnico simplemente observamos cómo instala el router pidiéndole que si puede ser, no haga mucha obra, y ahí se acaba todo. Es decir, ni nos preocupamos de mantenerlo actualizado, ni cambiamos la contraseña que llega por defecto y mucho menos filtramos por la MAC de los dispositivos que tenemos en casa. Con esto le abrimos la puerta a todo aquel que quiera hacer un ciber ataque.
Y es que la alarma saltó en Alemania. Un gran ataque contra los routers de Deutsche Telekom afectó a más de 900.000 usuarios alemanes, dejaba en evidencia la falta de seguridad en nuestros hogares. Tal vez no veas qué rendimiento le pueden sacar los cibercriminales a hacerse con el dominio de nuestros routers, pero hay un beneficio bastante importante que consiguen sacar de estos ataques.
Desde G DATA explican que los hackers aprovechan las vulnerabilidades de los routers para llegar hasta a modificar la configuración DNS. ¿Qué significa esto? Que son capaces de dirigir el tráfico de Internet para realizar ataques o conseguir los datos de los que se conectan a esos routers: tarjetas bancarias, nombres de usuario y contraseña, el acceso a nuestras redes sociales y demás. Hasta pueden configurar el router para hacer llamadas telefónicas a números de tarificación internacional sin que el usuario lo apruebe.
¿Qué puedo hacer para protegerme de estos ataques?
Aunque en esta vida no hay nada seguro, lo cierto es que podemos hacer algunas cosas que sí están en nuestra mano para protegernos un poco de estos ataques. Por ejemplo:
Tener el router actualizado. Muchas actualizaciones se hacen justamente al detectar fallos de seguridad, y aunque muchos routers tienen programadas las actualizaciones automáticas cuando están conectados por Internet, en otros hay que hacerlo a mano. Con lo que es bueno saber cómo está de actualizado el router para minimizar el riesgo de sufrir un ataque.
Las contraseñas. Si tu contraseña es 123456 o admin123, que sepas que la seguridad que tienes es como dejar abierta la puerta de casa todo el día. Lo mejor es cambiarla por una contraseña alfanumérica que combine además símbolos especiales. Pero si dejas la que está por defecto y además es una de las típicas que se puede encontrar en Google, cámbiala cuanto antes.
Un filtro para los dispositivos conocidos. Se puede filtrar la conexión para que solo permita que accedan los dispositivos conocidos, con lo que así evitaremos que cualquier otro use nuestra conexión a Internet. De hecho, los últimos routers hasta crean una red ‘invitado’ en nuestra casa para no tener que darle la contraseña al primero que llegue por nuestro salón.
