Xbox One

Con Sony apurando el paso con su PlayStation 4 Pro, desde Microsoft no quieren perder terreno con su competencia más directa y el esfuerzo se ha centrado en convertir en la Xbox One en la que lidere el mercado. Así­ ha sido como ahora, a principios de diciembre, la decisión ha sido rebajar durante la campaña navideña el modelo antiguo de su consola que podremos conseguir por 190 euros.

Eso sí­, esta oferta es limitada, ya que solo tendremos hasta el 30 de diciembre para hacernos con ella. El pack que podemos conseguir es una Xbox One de 500 gigas que llega con un juego a elegir entre Quantum Break o The Division por 190 euros. Si hacemos la cuenta, se trata de la mitad de lo que cuesta el modelo de PlayStation 4 que tendrí­a las mismas caracterí­sticas que su competidora de Microsoft.

Todo apunta a que en España están empezando con estas ofertas agresivas para emular lo que han hecho en Estados Unidos, donde han conseguido liderar el sector gracias a juegos como Gears of War 4 o el Forza Horizon.

Xbox One S

¿Qué diferencia hay entre la Xbox One y la Xbox One S?

Seguramente al ver el precio de la Xbox One normal a menos de doscientos euros, una sola pregunta venga a tu cabeza. ¿Merece la pena? Y es que la duda es si invertir en una consola que ahora mismo podrí­amos catalogar de «más antigua», pero que en prestaciones seguramente nos deje más que satisfechos. Repasemos, entonces, las diferencias que hay entre la Xbox One y la Xbox One S.

En primer lugar, ya que es lo que entra por los ojos, el diseño. La Xbox S llega con una reducción del 40% en volumen en lo que a las dimensiones del modelo original se refiere. En Microsoft han escuchado, al fin, las plegarias de sus clientes y han decidido colocar la fuente de alimentación dentro de la propia consola. Se acabó eso de hacer malabares para esconder su transformador detrás de la consola o buscarle sitio en el mueble para que no diese el cante. Eso sí­, si antes tení­amos un cable bastante largo, al hacer esto es más corto.

La Xbox One S llega, además, con un soporte que nos permite colocarla en vertical, una posición en la que podrí­a ocupar menos espacio dependiendo de dónde la coloquemos. Es interesante que en este modelo han conseguido que se caliente menos que la One original. Destaca también su color, ya que ahora el blanco es el predominante, con unos acabados en negro.

Otra diferencia, importante, es el tiempo de espera. La Xbox One S ha mejorado el tiempo de encendido, mientras que en la Xbox one original necesitaremos un poquito de paciencia.

Xbox One S

Lo realmente diferencial, es que la Xbox One S cuenta con soporte 4K que podremos usar tanto en ví­deo como en streaming de servicios que así­ lo permitan. También dispone de soporte HDR, que sí­ será compatible con los videojuegos si nuestra televisión lo permite. El 4K hace un reescalado de la imagen, pero el HDR consigue darle una variedad de colores mayor.

También han aumentado el almacenamiento, llegando hasta los 2 TB en la Xbox One S, mientras que la One se quedó algo más justa con 500 GB.

En definitiva, hay un manojo de cambios más que interesante de la Xbox One S a la Xbox One, pero si lo que quieres es ahorrar cerca de cien euros, aún puedes apostar por el modelo anterior si no cuentas con una televisión que permita usar el HDR o si el almacenamiento no es algo vital. Cualquier opción que elijas, siempre y cuando haya videojuegos por medio, será buena.

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