El futuro es hoy. Pero las ideas futuristas del mañana son otra cosa. Vale que hayamos llegado a ese momento en el que el aeropatín de Regreso Al Futuro ya es una realidad y los aviones de pasajeros vuelan con energía eléctrica. Pero lo de tener naves voladoras para viajar por la cuidad o una carretera que circule a ras de suelo era algo que soñamos desde que vimos El Quinto Elemento pero que nunca se ha llegado a concretar.
Hasta ahora. Porque Vahana, una empresa dependiente del grupo Airbus, uno de las más potentes en el mercado de la industria aérea, ha comenzado a desarrollar desde principios de este año un proyecto llamado A3. Que no pretende otra cosa que tener en circulación para el año 2020 taxis aéreos. A pesar de que la filial lleva poco más de seis en funcionamiento, pretenden tener su primer prototipo en el aire para finales del próximo año 2017.
Vahana pretende crear un vehículo volador que se asemeja en capacidades y dimensiones a un coche que aproveche la mejora sustancial de las baterías propulsadas por electricidad, el avance en cuanto a sensores de movimiento y ubicación así como la capacidad de la industria para fabricar materiales cada vez más ligeros pero con la misma fortaleza y resistencia.
A pesar de lo excéntrico de la idea, en la empresa ubicada en Silicon Valley consideran que hay un entorno, más allá de la pura técnica, muy favorable para la creación de este tipo de bólidos. Aunque reconocen que será un invento para que disfrute «la próxima generación».
El proyecto hasta el momento ha completado el diseño del vehículo y de ciertas especificaciones (como podemos ver en las fotos). También han comenzado el diseño de las estructuras y componentes más críticos.
Piloto automático
Pero si moverte por una gran ciudad en un vehículo aerotransportado te parecía poco, súmale el hecho de que no tenga conductor. En efecto, Vahana está desarrollando un taxi autotripulado. El vehículo está dotado para que sea pilotado por un humano, pero los sistemas autónomos primarán sobre éstos en pos de «minimizar el error humano y aumentar los estándares de seguridad».
A pesar de que su diseño puede parecer un tanto futurista y fuera de una línea de los que podríamos llamar previsible, en Vahana consideran que este diseño tiene la aerodinámica más simplificada posible.
Energía verde
Como cualquier proyecto que tiene previsto desarrollarse durante el próximo lustro, el taxi volador de Vahana quiere propulsarse única y exclusivamente con energía eléctrica. Sobre todo porque levantar un motor de gasolina con 60 litros de combustible es un handicap difícil de superar. Pero sobre todo una contribución un poco más sostenible a la siempre castigada atmósfera de las grandes ciudades del mundo.
El proyecto está en su fase embrionaria. Por lo que de momento siguen buscando talentos de la ingeniería por descubrir para que se unan a su proyecto en California. Así que si sueñas con un trabajo en la escena aeroespacial aquí tienes una posible salida profesional.
