A pesar de la tendencia indie (independiente) de los juegos con apellido .io, parece que la fama ha trascendido. Y nos referimos al navegador. Y es que si de verdad se quiere un juego completo, entretenido y con buenos gráficos, no hay que depender de las posibilidades del navegador, sino de una tarjeta gráfica y del procesador del ordenador propiamente dicho. Algo que Insatia lleva preparando desde hace años, antes incluso de que apareciera en escena Slither.io. Es el juego definitivo de serpientes e insectos, si tienes el estómago necesario para jugar con estos bichos, claro.
Se trata de un juego que sigue la mecánica de Slither.io. Aunque es injusto decir eso cuando lleva en desarrollo desde agosto de 2011 como propuesta para un concurso de videojuegos. Sin embargo, su creador ha ido montando un puzle pieza a pieza que ahora luce mucho mejor que cualquiera de los imitadores de Slither.io, y que se plantea como un auténtico y completo videojuego en el que comer o ser comido.
La idea es sencilla: controlar a una especie de gusano depredador capaz de alimentarse de diferentes insectos para ir creciendo. Todo ello sin olvidarnos de la posibilidad de toparnos con otros gusanos del mismo tipo. Eso sí, este planteamiento no es baldío, y en Insatia cuenta con un argumento. Una historia que nos sitúa en el laboratorio del profesor Pokrovsky, donde se experimenta con gusanos para poder controlarlos a distancia y crear diferentes tipos, más o menos agresivos. Entre nivel y nivel, así como en el tutorial, el asistente Bob y la encargada de la administración del laboratorio, Pinny, también estarán presentes para dar consejos, plantear misiones y dar algo de sentido argumental a esta vorágine de canibalismo.
Y es que sí, la atmósfera de este Insatia tiene poco o nada que ver con Slither.io. Estamos en un laboratorio lleno de otros seres vivos. Todo ello con un aspecto algo oscuro y agobiante. Pero es lo sangriento de los enfrentamientos lo que realmente llama la atención. Todo ser deja sus fluidos sobre el escenario y sobre la boca del gusano. Además, es posible devorar parcialmente a insectos y otros gusanos, logrando escenas realmente gore y algo sádicas.
Como puntos a favor, además de su planteamiento por niveles donde se plantean diferentes objetivos, incluso el de sobrevivir adquiriendo el papel de la presa, está su mecánica desarrollada. Y es que estos gusanos se mueven como reptiles, siendo necesario utilizar las flechas del teclado para moverse de lado a lado y avanzar. Una técnica que hay que desarrollar para ser el gusano más sanguinario. Además, con la tecla Alt es posible disfrutar del tiempo bala para realizar ataques épicos y controlados al milímetro. También es posible saltar sobre las presas. De momento se desconoce si contará con un modo multijugador online.
Resulta interesante, como diferencia frente a Slither.io, que es posible hacerse con las serpientes más grandes al ir comiéndoles por la cola, donde su cuerpo es más fino. Eso sí, el tamaño importa, así que los insectos y serpientes más grandes que nuestra mandíbula no podrán comerse, obligando a recoger otros elementos más pequeños del mapeado. Todo ello permitiendo dejar huevos para continuar la partida y generar aún más caos en el laboratorio.
En definitiva, un título que realmente se puede llamar videojuego, con un planteamiento (aunque dista de ser profundo), unos gráficos avanzados que no solo permiten mejorar la experiencia de juego, sino dotarlo todo de un toque algo gore, y un sonido que acompaña en todo momento.
De momento es un juego en fase alpha, es decir, aún en desarrollo. Sin embargo, todos los que no puedan esperar a su salida, programada para la primavera de 2017, pueden pasarse por la página del creador o por Steam Greenlight y descargar una versión previa. Eso sí, está en inglés y en ruso, pero permite comprobar de primera mano lo satisfactorio a la par que desagradable resulta el mundo de los insectos.
