BlaBlaCar acaba de recibir su primera sanción en Europa. La Comunidad de Madrid ha sancionado a Comuto Iberia, la filial española de BlaBlaCar, por no tener autorización para prestar el servicio de transporte público. Estamos, en realidad, ante dos sanciones de carácter muy grave, cuyo valor total asciende a 8.800 euros. El director general de Transportes de la Comunidad de Madrid, Pablo Rodríguez Sardinero, ha confirmado este dato a la agencia EFE, explicando que la sanción se ha impuesto a la compañía por facilitar en su nombre servicios de transporte público de viajeros sin tener autorización alguna. La segunda sanción castiga el hecho de que BlaBlaCar oferte servicios de transporte público a viajeros sin disponer del título habilitante. Y aunque parece que las sanciones se han llevado a cabo, los afectados han indicado al diario ABC que todavía no han recibido ninguna notificación.
Además de haber presentado estas sanciones, la Consejería de Transportes ha abierto dos expedientes sancionadores contra dos conductores que estaban dados de alta en la aplicación de BlaBlaCar, con la que conductores y pasajeros pueden conectarse para viajar juntos. El organismo ha considerado las infracciones de carácter grave y muy grave, por vulnerar los artículos 140.2 y 141.7 de la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre (LOTT). Los usuarios tendrán que en enfrentarse a multas de 4.001 y 801 euros. Todas las sanciones se han producido en el marco de una inspección que la Comunidad de Madrid puso en marcha hace unos meses, después de que Comuto Iberia entregara toda la documentación requerida.
Después de la inspección, la Consejería ha podido constatar que los importes cobrados por estos conductores en los trayectos que realizan excede el importe que resultaría de compartir gastos de trayecto entre diferentes viajeros. Para la Consejería, habría evidencias de lucro y, por ende, de competencia desleal en un sector que está absolutamente regularizado.
Pero estas sanciones solo han sido las primeras. Rodríguez Sardinero ha confirmado que las inspecciones seguirán adelante y que serán muchos más los conductores que tendrán que someterse a examen y que, con toda probabilidad, habrá más sanciones. El director general de la Consejería de Transportes ha explicado, además, que BlaBlaCar no tiene futuro en España y que si quiere seguir operando en nuestro país, tendrá que hacerlo de otra fórmula, porque la que emplea actualmente, dice, es ilegal.
Si eres usuario de BlaBlaCar te diríamos aquello de «cuando veas las barbas de tu vecino afeitar, pon las tuyas a remojar», porque las acciones que acaba de llevar a cabo la Consejería no son más que un aviso a navegantes. Actualmente, el servicio cuenta con 3 millones de usuarios en España y un total de 35 millones alrededor del mundo. Pero este no es el único contratiempo legal al que se enfrenta BlaBlaCar. La compañía se encuentra a la espera de sentencia por la demanda presentada en mayo de 2015 por la Confederación Española de Transporte por Autobús (Confebus) por presunta competencia desleal.